El Gobierno de Arabia Saudí encargará a la empresa española Navantia y a un astillero saudí el diseño y la construcción de otros cinco buques de combate multi-misión para la Real Marina Saudí, que está actualmente en fase de recibir otros tantos contratados en 2018 basados en el diseño español denominado Avante 2200.
El acuerdo, que se rumoreaba desde hace meses, ha cerrado su primer hito oficial con la firma entre el organismo de compras del Ministerio de Defensa de Arabia Saudita, denominado General Authority of Military Industries (GAMI), y la empresa pública española Navantia, de un memorando de entendimiento o según su designación en inglés de Memorandum of Understanding (MoU).
A dicha ceremonia de acuerdo, previa al contrato de orden de ejecución que se cerraría a lo largo de 2023, que se ha realizado el día 30 de noviembre en la capital saudita Riad, han asistido la ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto y el actual ministro de Defensa saudí, el príncipe Khalid Bin Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, que es además piloto de combate, y otras autoridades saudíes. Igualmente ha estado presente el viceministro de Defensa saudí, Khaled bin Hussein Al-Bayari; y los máximos responsables del GAMI y Navantia, Ahmad Al-Ohali y Ricardo Domínguez respectivamente, que son quienes han firmado el MoU.
Este contrato es fruto del buen hacer de Navantia, que en 2018 obtuvo un primer pedido del SAMI para construir cinco corbetas para la Real Marina Saudí, tras un largo proceso, que se logró cerrar gracias en buena parte por la intervención de la Casa Real española. Un encargo que a punto estuvo de cancelarse por la oposición en septiembre de aquel año, de la por entonces recién nombrada ministra de Defensa socialista Margarita Robles, de materializar la venta de bombas inteligentes a Arabia Saudita cerrada por el Gobierno anterior de Rajoy, aludiendo a su posible uso en la guerra de Yemen. En general este contrato, de 1.800 millones de euros y que ha generado 6.000 puestos de trabajo, ha contado siempre con la oposición del partido Podemos, los socios del Gobierno de España, que es abiertamente anti-OTAN, por lo que a nivel informativo se ha mantenido en un nivel muy bajo, cuasi secreto, inconcebible en otros países.
Actualmente ya se han entregado dos de las corbetas de este primer pedido, por parte de la factoría de Navantia de San Fernando (Cádiz), donde se construyen, y se entrenan parcialmente sus dotaciones, que operan estos pequeños navíos de 2.500 toneladas de desplazamiento y 104 metros de eslora, pero equipadas con una amplia panoplia de armamento. El próximo 4 de diciembre tendrá lugar la entrega de la tercera, “Hail”, en el marco de un acto en dicho astillero gaditano, mientras que la cuarta y la quinta serán puestas a disposición del cliente el próximo año en Arabia Saudí.
En la decisión del segundo pedido, habría sido clave que los marinos sauditas han comprobado ya la gran eficacia de la primera corbeta entregada, la “Al-Jubail”, que tras su llegada a su puerto base de Yeda (Costa del mar Rojo), no ha dejado de intervenir en operaciones navales de carácter internacional con pleno éxito. Estamos además ante misiones de una alta exigencia, como fue en septiembre la participación en la construcción de la iniciativa de seguridad naval o International Maritime Security Construct (IMSC) en el mar Rojo y la integración este pasado noviembre en el ejercicio naval Medusa 2022, encabezado por Egipto en aguas del Mediterráneo Oriental.
Volviendo al nuevo acuerdo, incluye un componente localización y transferencia de tecnología (ToT) en favor de la industria naval de Arabia Saudí. Los nuevos buques, cuyo tipo exacto no se ha precisado pero que lo más posible es que sean como las actuales corbetas aunque evolucionadas, se construirán conjuntamente entre dicho astillero de San Fernando, y uno de Arabia Saudí. Además, en dicho sentido de dotarse con navíos de última generación se contará con un nuevo sistema de combate, que será desarrollado y suministrado mediante una iniciativa o joint venture entre la empresa Saudi Arabian Military Industries (SAMI) y Navantia en el Reino, que ya trabajaron juntas para dotar de dicho sistema a las 5 primeras corbetas.
“La construcción de las cinco corbetas Avante 2200 ha sido un salto cualitativo para Navantia y la Real Marina Saudí. Cumplir con ese programa altamente tecnológico en unos plazos exigentes ha sido, sin duda, un factor determinante para renovar la confianza del cliente. Ahora damos un paso más allá transfiriendo tecnología y conocimiento a ingenieros saudíes”, ha dicho el presidente de Navantia.
Además, dicho directivo, un hombre de confianza de la ministra de Hacienda María Jesús Montero, ha agradecido al Gobierno español su respaldo y su trabajo en este proyecto, que garantiza trabajo cualificado en la Bahía de Cádiz y supone un paso más en el papel de Navantia como diseñador y constructor de buques de alta tecnología. El programa sostendrá 7.500 empleos cualificados en ambos países.
