Una vez llega el frío, no hay nada mejor que disfrutar de una sopa caliente para entrar en calor. Y más en momentos como el actual, cuando las temperaturas descienden con una brusquedad tremenda. Pero existen muchos tipos de sopas distintos entre los que poder elegir. Tantos, que en ocasiones pueden confundirse unos con otros. Así sucede con la sopa de ajo, un manjar baratísimo y sencillo de cocinar que, muchas veces, se confunde con la clásica sopa castellana.
De hecho, hay gente que se piensa que la sopa de ajo y la sopa castellana son lo mismo con diferente nombre. Pues bien, por mucho que ambas opciones se parezcan bastante, no son exactamente lo mismo. La sopa de ajo, de hecho, a veces puede ser más rica incluso que la otra, e igualmente más fácil de preparar. ¿Quieres saber cómo se hace? Pues no pierdas detalle, porque seguro que se convierte en una de tus cenas favoritas.
1Ingredientes para hacer una sopa de ajo con jamón
Aunque la sopa de ajo y la sopa castellana no sean iguales, comparten muchas cosas, empezando por sus ingredientes. Las dos son recetas populares que tienen muchas ventajas: son sanas, están buenísimas y se pueden elaborar por cuatro duros. Sus ingredientes no tienen ninguna complicación y se pueden conseguir en cualquier parte.
Además de los ajos de los que toma el nombre, esta sopa también necesita jamón serrano. Puede valer el típico que venden ya cortado en taquitos pequeños, o los puede cortar uno mismo. También hace falta aceite de oliva virgen extra, pastilla de caldo, huevos y pan duro. Con que el pan sea del día anterior, es más que suficiente.