El Partido Popular respira aliviado tras la dimisión de Adolfo Suárez Illana, diputado del PP y miembro de la mesa. En Génova no llevan bien algunos nombramientos. El del padre de Leopoldo López como europarlamentario fue uno de ellos, pero el de Adolfo Suárez era otro de esos nombramientos a dedo que no sentaba nada bien en el partido conservador. Hasta ahora le habían colocado como miembro de la mesa del Congreso de los Diputados y se había nutrido de un salario de más de 100.000 euros al año. Pero en el PP se comentaba que prácticamente no daba la cara por las siglas y que solo estaba pendiente de sobrevivir. Ahora que ha dimitido hay quiene n la formación conservadora respira aliviado. Adolfo Suárez Illana se va de la política y no le echarán de menos. “No ha hecho nada en todo el tiempo que ha estado”, detallan fuentes del PP.
Son más de uno y más de dos los que comparan el fichaje de Adolfo Suárez Illana con el del padre de Leopoldo López. Esos fichajes no seducen nada a los miembros de la formación porque entienden que los méritos no son precisamente suyos. El diputado del PP no goza de demasiado respeto en la formación ni tiene una hemeroteca lo suficientemente dilatada como para que le recuerden con cariño. Que haya anunciado su dimisión ha sido un alivio para más de uno y para más de dos porque creen que tan solo ocupaba un puesto por los servicios prestados por una tercera persona. Nadie quiso cuestionar su trabajo ni las razones de su fichaje hasta ahora que se ha ido, pero en Génova tienen claro que no echan precisamente de menos a quien era miembro de la mesa del Congreso.
El diputado Adolfo Suárez ha asegurado que la razón por la que deja su trabajo público es por «obligaciones profesionales y familiares” y desde su entorno han aclarado que no tienen nada que ver con diferencias internas dentro de la formación. Tras esto ha matizado que han sido unos momentos “muy difíciles para nuestro partido” y marcados por procesos electorales de todo tipo. Pero en su carta de despedida no refleja absolutamente nada relacionado con los comentarios que se escuchan incluso en la séptima planta de la sede del Partido Popular en Génova.
Estas mismas críticas las abrió Leopoldo López, padre del conocido exalcalde de Caracas y eurodiputado. Su fichaje, que pretendía ser algo rompedor, se convirtió en una pequeña losa para los populares que se quedaron sin ese escaño. Entonces, el nombramiento de Adolfo Suárez Illana se convirtió en un problema similar. Y el paso del tiempo no es que ayudara precisamente a mejorar la imagen del diputado. Ni siquiera que le colocaran en la mesa del Congreso ayudó a nada. Pero ahora que ha escrito su carta y ha decidido salir por la puerta de atrás son muchos los que se han ido a celebrar la dimisión. No es que Adolfo Suárez Illana hiciera muchos amigos en el PP desde que estuvo ahí, tal y como detallan desde Génova.
«Es difícil transmitir la satisfacción y el orgullo que, para una persona amante del derecho y de las instituciones, significa trabajar en un órgano así”, ha asegurado el diputado. Además de añadir que él es “un profesional del derecho comprometido con su país» y «no un político de carrera”, algo que comparten desde Génova. Lo poco que sí comparten es que Suárez ha reconocido que tendría que «pedir disculpas por los errores cometidos”.