La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, cree que tu bolsillo puede dar mucho más de sí, especialmente si lo que quieres es circular por las zonas de bajas emisiones de las principales ciudades. La ministra entiende que el hecho de que pagues peajes por coger cualquier autopista o autovía en el país no es suficiente y quiere dejar la puerta abierta en su nueva Ley de Movilidad a que te cobren otra tasa más en forma de peaje por acceder con tu coche a zonas “protegidas” de contaminación. Esto es, si quieres entrar en Gran Vía ya no será suficiente que lleves el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico. Ahora se las ingeniarán desde el Gobierno para que pagues por el mero hecho de entrar a las zonas más céntricas de la ciudades. Y los ayuntamientos no lo ven con mala cara.
La obsesión de la ministra de Transportes con el conductor privado es heredada. No es que la que fue tenienta de alcalde del área de Economía y Hacienda, Recursos Humanos y Servicios Generales y portavoz del Grupo Municipal Socialista en este Consistorio esté obsesionada con meter la mano en el bolsillo de los españoles que más acostumbren a coger su coche, sino que el Gobierno quiere cumplir su compromiso con Bruselas de ajustar las cuentas y cree que en los conductores privados hay un pozo sin fondo poco explotado. La Ley de Movilidad que ha puesto en marcha el PSOE es otra de esas normas plagadas de prohibiciones, con pocas novedades y menos aportaciones todavía, pero lo cierto es que se abre la posibilidad de inventarse nuevos peajes en coordinación con los consistorios.
La idea del Gobierno es dejar preparado el sistema de peajes para antes de las elecciones. Quieren dejar el sistema listo, pero porque se han comprometido con Bruselas. El problema es que la Ley de Movilidad que ha preparado con mimo el Ministerio de Transportes abre la puerta a cobrar muchos más impuestos por la vía municipal con la excusa de la contaminación del medio ambiente. Como todo, el ministerio solo deja la puerta abierta porque no quieren certezas. Ya serán los alcaldes de turno los que decidan cuánto cobrarte por coger el coche por la Gran Vía y calles similares.
La forma de cobrar estos peajes se prevé que sea exactamente la misma con la que se pretende tocar el bolsillo de la gente en cuanto toquen una autopista o una autovía. La pegatina en el parabrisas será detectada por unas cámaras de cobro que te pasarán el recibo a tu cuenta corriente. Fácil, sencillo y para toda la familia. Los ayuntamientos llevan tiempo buscando nuevas formas de cobro y con esta medida Raquel Sánchez también busca repartir el peso recaudatorio de esta medida. Pero eso de tocar el bolsillo de los conductores privados parece que se ha convertido en un punto clave del Gobierno. Coger el coche será mucho más caro porque así lo quiere el PSOE.
FEIJOO VA MÁS ALLÁ
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, está acostumbrado a comprar alguna polémica cada tres o cuatro meses. Siempre solían estar relacionadas con los nacionalismos, pero esta vez ha preferido ir a la carretera. El líder del PP considera que si tienes un coche de más de diez años de antigüedad habría que prohibirte circular por la vía pública. Así lo ha asegurado ante la sorpresa de los suyos, que están completamente impresionados con el comentario lanzado por su presidente en un contexto electoral. Y más cuando muy pocos españoles pueden permitirse el lujo de comprarse un vehículo nuevo (o más moderno). En cualquier caso, la idea está ahí y el PP, a no ser que cambien de idea, está dispuesto a llevarla a cabo.