Los dos más icónicos aviones de la Segunda Guerra Mundial son el Supermarine Spitfire británico y el Messerschmitt Me-109 alemán, que participaron en combates desde los primeros momentos del conflicto en 1939 hasta la fase final en mayo de 1945 en Europa, e incluso el primero en las acciones contra Japón hasta la rendición de éste en agosto de aquel año.
En pocos museos de Europa se pueden ver los dos aparatos, que se enfrentaron en millares de ocasiones entre sí, siendo uno de estos el museo de Cracovia, instalado en en el antiguo aeródromo de Czyzyny, situado en un barrio al este de la ciudad fácilmente accesible desde el centro monumental en transporte público. En dicha instalación aeronáutica, una de las más antiguas del mundo ya que fue construida en 1912 cuando la ciudad pertenecía al Imperio austrohúngaro, se exhibe una espectacular colección de más de 200 aeronaves y en torno a 100 motores de aviación.
Obviamente destacan las aeronaves usadas por la aviación militar de Polonia, incluido el único caza PZL P.11 de la época de la Segunda Guerra Mundial (SGM) que sobrevivió al largo conflicto, la mayoría de las cuales están expuestas en el exterior del Museo, como es el caso de numerosos reactores de diseño soviético MiG y Sukhoi de la Guerra Fría.
Obviamente las aeronaves más antiguas, como el PZL P.11, se conservan en un gran, aunque abarrotado hangar para preservarlos del duro clima invernal que tanto afecta a la ciudad del sur de Polonia.En este mismo edificio podemos ver los dos míticos mencionados aparatos de la SGM, que se sitúan además juntos. Respecto al avión alemán que es de la variante Me-109G-6, lleva el camuflaje estándar que usaba en 1944 la Fuerza Aérea alemana o Luftwaffe, con la única marca de identificación de un gran número 3 pintado en rojo. Estamos ante el modelo de avión más utilizado por la Luftwaffe durante la SGM, ya que la Alemania del III Reich logró construir cerca de 34.000 hasta el final del conflicto, a pesar de los continuos bombardeos de sus fábricas por los Aliados. Tras el final de la Guerra, en otros países se construyeron algunos cientos adicionales, incluidos 238 por parte de la empresa española Hispano Aviación entre 1945 y 1956, pero aunque muy interesante esa es otra historia.
En concreto el Me-109G-6 expuesto en Cracovia tuvo un cortísimo historial operativo, salió de la planta de fabricación de Messerschmitt en Regensburg el 11 de mayo de 1944 y se asignó a la unidad de entrenamiento estacionada en Jaworze cerca de Kalisz Pomorski, una tradicional población alemana de su región de Pomerania, que fue entregada a Polonia tras el final de la SGM. El 28 de mayo de 1944, despegó a los mandos del feldwebel (sargento) Ernst Pleins para un vuelo de entrenamiento, que terminó en tragedia muy poco después, ya que el avión se estrelló contra el cercano lago de Trzebuń. El piloto murió en el acto y el caza permaneció sumergido más de 50 años, hasta que en 1999 fue extraído del fondo por parte de una asociación de buceo de Gdansk. Luego, entre dicho año y 2001, gracias a los esfuerzos de la Fundación «Águilas Polacas», el caza fue restaurado, y finalmente paso a la ya magnífica colección del Museo. En la instalación polaca, además del mítico aparato de Willy Messerschmitt, podemos ver el no menos famoso diseño de 1935 del también ingeniero Reginald J. Mitchell, el Spitfire (escupe fuego) basado en su experiencia adquirida por este británico en la construcción de hidroaviones de carreras.
El prototipo del Spitfire, codificado como «Tipo 300», se probó en vuelo el 6 de marzo de 1936, destacando la nueva ala baja monoplaza era una construcción totalmente metálica con un tren de aterrizaje retráctil. Las primeras pruebas en el aire mostraron las buenas propiedades de la aeronave, lo que motivo que en junio de aquel mismo año, la Real Fuerza Aérea o Royal Air Force (RAF) británica realizase un pedido inicial de 310 unidades. Los primeros Supermarine Spitfire, de la variante inicial Mk.I se entregaron a los escuadrones de la RAF en junio de 1938, participando en octubre de 1939, tras el inicio de la 2GM en septiembre de aquel año, en un primer combate contra un grupo de bombarderos alemanes en la zona de Firth of Forth (Escocia). En mayo/junio de 1940 se enfrentaron por primera vez con los Bf-109 alemanes durante el reembarque de Dunkerque. Durante la Batalla de Gran Bretaña, aquel verano de 1940, se emplearon cerca 1.000 Spitfire MK.I, a los que siguieron varios miles de versiones cada más mejoradas. La producción de Supermarine Spitfire se cerró en 1948 tras completarse más de 20.000 unidades.
El que podemos ver en el museo polaco es un Spitfire LF Mk.XVIE, la última versión producida masivamente del caza (1.055), que estaba propulsado por el potente motor Packard Merlin 266 de producción americana bajo licencia Rolls-Royce. Tres de los Escuadrones polacos, formado en el seno de la RAF, en concretó el 302º (Poznański), 308º (Krakowski) y 317º (Wileński) utilizaron los Spitfire LF Mk.XVIE, aunque el que podemos ver en el Museo, que llevó la identificación individual AU-Y SM411, fue producido en 1944 y asignado al Escuadrón 421 de la Real Fuerza Aérea Canadiense. Tras ser dado de baja en 1954, en 1956 paso al inventario del museo de la RAF de Hendon (Londres), también participó en el rodaje de la película “Battle of Britain” (La Batalla de Inglaterra) en 1968, y en 1977 fue trasladado al museo de Cracovia. En 2001 los polacos le pintaron con las marcas “falsas” ZF-0 TB995 ZF-O, que llevó un Spitfire que operó en el seno del 308º Escuadrón al final de la SGM, desde el aeródromo de Gilze-Rijen (Holanda), que actualmente utilizan varios Escuadrones de helicópteros de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.