La Dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco ha elaborado una guía con los criterios sanitarios para la apertura de playas y zonas de baño de la próxima temporada, para facilitar a los agentes e instituciones implicadas en la gestión de los arenales la elaboración de planes de contingencia que minimicen el riesgo de transmisión de SARS CoV-2.
El Departamento de Salud ha recordado que la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 en playas, ríos, lagos y piscinas es, a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona, y ha indicado que, en actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño se ha considerado «muy poco probable».
Tras señalar que las playas y zonas de baño son lugares de ocio y esparcimiento visitadas por gran número de personas durante la temporada estival, Salud ha indicado que, debido a la suspensión programada de actos y celebraciones este verano, las playas serán, previsiblemente, los lugares de ocio y esparcimiento en donde se vaya a congregar un mayor número de personas en la temporada estival.
Por ello, el Departamento de Salud advierte de la necesidad de hacer un uso responsable de las mismas y aplicar medidas preventivas que minimicen la transmisión del SARS CoV-2.
Entre sus contenidos, la guía resalta que el papel «activo y responsable» de la ciudadanía es «fundamental para el buen uso de las playas», y subraya la necesidad de «reforzar la comunicación y sensibilización sobre las medidas preventivas a tomar.
Concreta diez recomendaciones o consejos principales, entre los que se encuentran mantener el distanciamiento social, planificar estancias más cortas en la playa con la finalidad de permitir su uso a un mayor número de personas, vigilar a los menores e informarse y seguir las nuevas condiciones de uso que puedan establecerse.
Asimismo, en el documento se describen medidas colectivas orientadas a promover el distanciamiento social, concreta las condiciones recomendables de uso de los equipamientos y servicios de las playas, tales con aseos, vestuarios, duchas y lavapiés, hamacas, y orienta sobre las medidas de limpieza y desinfección.
En la temporada 2020, como en temporadas anteriores, el Departamento de Salud llevará a cabo el Programa de vigilancia sanitaria de las zonas de baño, que incluye el control analítico de la calidad del agua, con los parámetros y frecuencias indicadas en la normativa, una vigilancia del estado higiénico-sanitario del entorno periplayero y la comunicación de los resultados a la ciudadanía.
RECOMENDACIONES
La guía recoge la necesidad de trasladar a la ciudadanía mensajes sobre medidas preventivas y uso de la playa, como no acudir a las playas si tiene síntomas compatibles con la covid-19; acudir a una zona de baño próxima e informarse de las condiciones de uso, de acceso y aforos; y planificar estancias más cortas en la playa (máximo de 2-3 horas), como forma de «reducir aglomeraciones y de compartir».
Así mismo, se aconseja mantener al menos dos metros de distancia con las personas con las que no se conviva, tanto en el agua como fuera; lavarse y desinfectarse las manos frecuentemente; evitar tocarse ojos, nariz y boca sin haberse lavado antes las manos; y no compartir toallas y lavarlas, a igual que los trajes de baño, al llegar a casa.
Según la guía, es responsabilidad de los gestores implementar las medidas a su alcance para evitar aglomeraciones excesivas y facilitar el cumplimiento del distanciamiento social. De esta forma, en cada playa deberá valorarse qué medidas preventivas y nuevas normas de uso pueden implantarse y son más convenientes.
Se deberán ordenar accesos, sentidos de entrada y salida, y, en aquellas zonas de baño que sea posible, implementar un sistema de medida y control de aforos y darlo a conocer. Además, cuando sea posible, en las playas de mayor uso, se informará periódicamente a lo largo del día del nivel de ocupación de la playa, y se dará prioridad a determinados grupos de edad a ciertas horas.
En cuanto a la organización de los usos del arenal, la guía recomienda eliminar todo el equipamiento que no sea imprescindible; organizar circuitos y horarios de paseos; y no permitir, en las horas de afluencia de público, actividades deportivas de grupo en la arena.
La guía señala que la mayoría del equipamiento habitual de la zona de baño, si se comparte, es un potencial foco de contagio por contacto, por lo que es recomendable que se mantenga solamente lo imprescindible y que se extreme la desinfección y limpieza, con una frecuencia mínima de cuatro veces al día, que se deberá incrementar en los días y playas de mayor afluencia.
Otra recomendación es mantener todos los suministros del exterior con una disposición que permita durante su uso mantener una distancia por lo menos de 2 metros y colocar fuera de la arena las papeleras.
Se recomienda la eliminación de las hamacas durante esta temporada, y, en caso de decidir mantener las hamacas, eliminar tejidos como colchones y a dos metros de distancia entre grupos no convivientes, así como limpiar y desinfectarlas después de cada uso.
Según la guía, cada gestor elaborará o actualizará el protocolo con todas las medidas en materia de prevención de riesgos laborales, evaluación de los riesgos y las medidas adoptadas para minimizar el impacto en la salud de los trabajadores, con especial hincapié en la higiene personal y las medidas de protección individual.
El protocolo deberá ajustarse y aplicarse conforme a lo establecido en el Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, del Ministerio de Sanidad, en función de la naturaleza de las actividades, la evaluación del riesgo para los trabajadores y las características del agente biológico.