Ya llegó a Madrid, a asumir funciones de «embajadora» la nueva representante del régimen de Nicolás Maduro en España, Coromoto Godoy Calderón, con quien el dictador venezolano mantiene una amistad muy cercana y que tiene enfadada a la «primera combatiente» (apodo con el que califican a Cilia Flores). La diplomática, que anteriormente estaba destacada en la India, llegó a Madrid el martes de esta semana y lo primero que hizo fue ir a llevarle flores a la estatua de Simón Bolívar, ubicada en el Parque del Oeste.
Este nombramiento ha ocasionado más de un enfrentamiento entre el dictador venezolano y su mujer, pues lo que se comenta dentro de las altas esferas del chavismo es que Flores le tiene cierta «idea» a Godoy por la «amistad» tan cercana que tiene la diplomática con el líder del régimen chavista.
Esta amistad especial entre la nueva embajadora del régimen de Nicolás Maduro en España es de vieja data, pues en principio, la funcionaria estaba como parte del personal diplomático de Venezuela en Trinidad y Tobago que está geográficamente muy cerca de Venezuela y donde lideró la expulsión de un importante número de venezolanos que habían llegado a la isla, huyendo de la crisis que hay en el país caribeño.
Ya desde esa época la cercanía entre Godoy y Maduro comenzó a ocasionar fricciones en la pareja, por lo que posteriormente la enviaron a India, como parte de la representación diplomática venezolana, donde estuvo hasta inicios de esta misma semana, cuando anunció la culminación de su misión en ese país y agradeció a todo el personal que tenía a su cargo la colaboración que le habían prestado durante el tiempo que estuvo en la misión.
Godoy fue premiada por el régimen de Maduro y enviada a España en reemplazo de Mauricio Rodríguez, que hasta el mes pasado estaba como representante de negocios en el país suramericano, para asumir, junto a Glenna Cabello, cónsul de Bilbao, el control de todas las actividades diplomáticas, en representación de la dictadura venezolana.
Hasta este momento, las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores se han negado a pronunciarse oficialmente sobre el hecho de que en España hay dos embajadores de Venezuela. Por un lado, está Antonio Ecarri, quien fue designado como representante del Gobierno interino de Juan Guaidó ante el Reino de España, y ahora Coromoto Godoy, quien ya actualizó hasta sus datos en la cuenta de Twitter y se identifica como «Jefa de Misión en la Embajada de Venezuela en España. Al servicio del pueblo venezolano. ¡Con Bolívar y Chávez!».
Días atrás, antes de hacer oficial su designación como representante diplomática de Venezuela en España, la embajadora Godoy se hizo eco del comunicado que emitió la Cancillería de Venezuela en contra de la decisión de la Unión Europea de ratificar las sanciones contra el régimen venezolano y 17 de sus funcionarios, a quienes se les señala de ser responsables de la cooperación para la violación de derechos humanos y la vulneración de la democracia en el país caribeño, en sus actuaciones como parte del régimen que dirige Nicolás Maduro.
La verdadera misión de Godoy, junto a la hermana del número 2 del chavismo, será procurar que a Nicolás Maduro se le abran las puertas nuevamente en Europa y en especial en España, donde tienen como aliado ideológico al Gobierno de Pedro Sánchez, por lo que a partir de ahora tendrán que comenzar a establecer nuevos contactos, llevados de la mano por el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que será la pieza clave para lograr que España termine de reconocer al dictador venezolano como presidente y retire todo el apoyo al interinato de Juan Guaidó.
La orden desde Miraflores es que Coromoto Godoy se mantenga más bajo perfil en España, gestionando contactos pero que de cara a los eventos más públicos, será la hermana del número dos del chavismo, Glenna Cabello, la que figure en todos los encuentros con personajes importantes del entorno político español y la que se encargue de las «finanzas» de los consulados del país caribeño en España, pero que la amiga especial de Maduro tendrá la responsabilidad de gestionar la aceptación del régimen por parte del Gobierno español y de la Unió Europea como tal.
De momento, habrá que esperar un pronunciamiento por parte de las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores, sobre esta dualidad de representantes diplomáticos que tiene Venezuela ante el Reino de España en este momento, pues en 2019, cuando Juan Guaidó fue designado como presidente interino de Venezuela, fue el mismo Pedro Sánchez quien anunció que su Gobierno lo reconocía, al igual que lo hicieron otros 51 países y a consecuencia de ello se designó a Antonio Ecarri como el representante diplomático de Venezuela.
Sin embargo, la realidad es que en la práctica, las labores consulares están todas en manos del régimen de Nicolás Maduro, quienes tienen el control de las sedes consulares y de realizar todas las gestiones administrativas para la comunidad venezolana en España.