Emiratos Árabes se ha convertido en el próximo «objetivo» del Gobierno de Pedro Sánchez, en lo que a relaciones internacionales se refiere. José Manuel Albares, el actual ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, sigue teniendo que «contrarrestar» los efectos de su antecesora en el cargo, Arancha González Laya. Especialmente, en lo que a relaciones internacionales se refiere con países como Marruecos, o la crisis sobre el Sáhara Occidental. Un contexto de tensas relaciones con los países más cercanos a España en el que ahora José Manuel Albares también tiene que buscar la manera de acercarse a Emiratos Árabes, después de varias fricciones diplomáticas entre ambos países. Una situación que parece haber llevado al ministro de Exteriores a conceder al ya ex embajador de Emiratos Árabes en Madrid, Majid Al Suwaidi, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Fernando Grande-Marlaska tiene, desde hace años, serias dificultades en mantener las fronteras españolas a buen recaudo. Tanto es así, que el ministro de Interior parece haber decidido confiar el control de los pasos migratorios a los países fronterizos; eso sí, a cambio de jugosas cantidades de dinero provenientes de las arcas públicas de todos los españoles. Sin embargo, el ministro de Interior no es el único que ha tenido problemas en sus relaciones con los países más cercanos a España.
Y es que, durante su etapa al frente del Ministerio de Exteriores, era Arancha González Laya la que mostraba dificultades para conseguir una armonía con algunos países con los que España necesita estar en estrecha colaboración. Algo que se comprobaba después de que España permitiese la entrada, a través del departamento de González Laya, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a territorio español. Una permisividad que pronto provocaba un fuerte conflicto entre España y los países fronterizos, especialmente con Marruecos; algo que llevaba finalmente a la «desaparición» de González Laya del Gobierno, y de la llegada de José Manuel Albares a la dirección del Ministerio de Exteriores.
Una dirección que no está siendo sencilla para el nuevo ministro, no sólo con Marruecos, sino también con otros países con los que el país necesita tener acuerdos de colaboración, y con los que la situación ha sido especialmente tensa en los últimos meses. Es el caso de Emiratos Árabes, hacia quien ahora el ministerio de Albares ha tenido un «guiño», otorgando al ex embajador de Emiratos en Madrid la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
LA TENSA RELACIÓN DE ESPAÑA CON EMIRATOS ÁRABES
Así pues, tal y como ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE) y tal y como ha podido saber este diario, el Gobierno de España y, en concreto, a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Majid Hassan Mohamed H. Al Suwaidi, quien hasta hace poco era el embajador de Emiratos Árabes Unidos en Madrid. Un cargo que abandonaba recientemente para convertirse en el director general de la Cop28, la conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Un reconocimiento que ofrece el país a aquellos «comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional». Un papel en el que Majid Hassan Mohamed H. Al Suwaidi ha sido clave, en un momento en el que las relaciones entre España y los Emiratos Árabes están especialmente sensibles.
Conexión entre ambos países que han sufrido altibajos en los últimos tiempos. Especialmente, debido al papel de Paz Esteban López al frente del CNI español. Una dirección que provocaba presuntas discrepancias internas, no sólo por la falta de pasado militar de Esteban, sino por tratarse de una mujer al cargo del Centro de Inteligencia; algo que, a pesar de que en funcionamiento no afectaba, sí afectaba a las relaciones del CNI y sus integrantes con algunos países; concretamente, a aquellos de fuerte arraigo musulmán, que se veían «incómodos» al tener que relacionarse con una mujer en estos temas, especialmente sensibles a nivel nacional e internacional.
Una tensión que tampoco conseguía solventar Fernando Grande-Marlaska en su papel como titular del Ministerio de Interior, quien podría no haberse ganado el respeto y la confianza de los Emiratos Árabes y, en especial, de sus servicios secretos, acostumbrados a tratar con representantes de los principales poderes de los países aliados. Situación de aparente «descontento institucional» de Emiratos Árabes Unidos en el que ahora estaría trabajando José Manuel Albares desde el Ministerio de Asuntos Exteriores. Estrategia del ministro que pasaría por acercar posturas con el país aliado a través, no sólo de posibles relaciones comerciales, sino también a través de diversas formalidades y «guiños» desde el propio Gobierno, siendo la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica un gesto claro y significativo del Ejecutivo nacional español de cara a Emiratos Árabes, en busca de limar asperezas pasadas, y encontrar en este país un aliado en firme ante los desafíos venideros.