El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente socialista Felipe González, protagonizan mañana el acto del PSOE en Sevilla que va a conmemorar los 40 años de la victoria socialista en las elecciones generales de 1982 al que el partido solo ha invitado expresamente a los diputados andaluces que consiguieron escaño en aquellos comicios. De hecho, la mayor parte de los presidentes autonómicos no acudirá y está la incógnita de si irá Alfonso Guerra, que se había quejado de que no le cursaran invitación.
Los discursos de Sánchez y González componen la parte nuclear del mítin, que se celebra justo cuatro décadas después de la gran mayoría absoluta del PSOE que logró entonces 202 escaños –un récord que no se ha vuelto a repetir en el periodo democrático–.
«Miramos hacia atrás, a aquel 28 de octubre de 1982, y nos sentimos orgullosos de todos los avances que hemos logrado hasta convertirnos en el país progresista que somos hoy. 40 años después del primer triunfo socialista seguimos transformando y modernizando España», ha escrito este viernes el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en un mensaje en Twitter.
El mensaje que intentará trasladar el PSOE girará en torno al papel de España en Europa a lo largo de las últimas décadas, desde el Gobierno de Felipe hasta ahora. «Europa tendrá un papel importante en el discurso» de Sánchez, según indican fuentes de Ferraz.
Al inicio del acto, está previsto que también intervengan, en una mesa redonda a cuatro, la presidenta del partido, Cristina Narbona, la vicesecretaria general, María Jesús Montero, el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas y el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.
No acudirá, sin embargo, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que estará de viaje en Brasil para presenciar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se lleva a cabo este domingo. Tampoco habrá una convocatoria especial para los miembros de la Ejecutiva en aquel momento ni para los ministros del primer gobierno socialista que nació de aquellas elecciones.
Respecto a los barones autonómicos, ha confirmado su presencia el secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, aunque la mayoría no tiene previsto acudir. Es el caso del presidente valenciano, Ximo Puig, que aduce problemas de agenda y el de Asturias, Adrián Barbón que ese fin de semana tiene el acto de la elección del pueblo ejemplar en Asturias con la visita de los Reyes.
Tampoco asistirán la presidenta navarra, María Chivite, la de Baleares, Francina Armengol, la riojana, Concha Andreu, ni el presidente de Aragón, Javier Lambán. El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, –que la semana pasada ya tuvo de invitado en un acto a Felipe González– tampoco ha desvelado si acudirá a Sevilla.
La cita también viene marcada por la queja del exvicepresidente del Gobierno y ‘número dos’ del PSOE en 1982, Alfonso Guerra, que en una entrevista radiofónica desveló que el partido no le había invitado y que tampoco le sorprendía.
Posteriormente desde el partido trasladaron que la dirección provincial del PSOE de Sevilla iba a enviar una invitación a Guerra y al resto de diputados socialistas que lograron escaño en 1982 en Andalucía. Esas serán las únicas personas a las que se va a invitar expresamente, según indican desde la dirección del partido, que subrayan que el acto es abierto y por tanto están invitados «los 185.000 militantes socialistas».
El partido ha reservado la primera fila a los cabezas de lista en cada provincia andaluza, y entre ellos estaban el propio Guerra y el ahora condenado por los ERE Manuel Chaves. Sin embargo, otras fuentes de la dirección del partido descartaban que Chaves fuera invitado porque ya no es militante del PSOE.
La ‘foto del Palace’, que forma ya parte de la historia de España, escenificó la victoria con Felipe González y Alfonso Guerra saliendo al balcón de la Suite 110 del citado hotel, siendo aclamados por la multitud concentrada para celebrar el triunfo socialista.
Esta victoria del PSOE también cambió por completo el panorama político español, con la casi desaparición de la Unión de Centro Democrático (UCD), que venía sufriendo una grave crisis interna, sucediéndole la Alianza Popular de Manuel Fraga como principal partido de la oposición, el embrión del actual Partido Popular.
Los problemas de la UCD habían provocado ya la dimisión del presidente, Adolfo Suárez en 1981 y, posteriormente, la convocatoria anticipada de elecciones por parte de Calvo Sotelo. Entre medias se produjo el fracasado golpe de Estado del teniente coronel Tejero el 23F de 1981.
Ahora, cuando se cumplen 40 años, los socialistas quieren traer a la memoria aquel momento y de hecho están utilizando una reedición de la cartelería de la primera campaña electoral de Felipe González.