Marlaska «apuntará» a los presos a Masterchef

La gestión de los centros penitenciarios es una asignatura que parece estar resistiéndosele al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que suspende en medidas que ayuden al buen funcionamiento de los centros de presos nacionales. Sin embargo, el ministro socialista parece estar dispuesto a redimirse; eso sí, no a favor de los funcionarios de prisiones, sino ante los presos, a los que ha organizado nuevos cursos de «manipulación de alimentos» para garantizarles un buen futuro profesional cuando cumplan condena.

A pesar de haber sido uno de los ministros que más parecía conquistar a los ciudadanos españoles con la creación del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, lo cierto es que el papel de Fernando Grande-Marlaska al frente de Interior en los últimos años está dejando mucho que desear. Y es que muchas son las polémicas que pesan sobre el ministro socialista, que parece estar teniendo serias dificultades para gestionar los diferentes frentes abiertos de su departamento.

Entre ellos, las fronteras de España están siendo una de las grandes dificultades de ministro, que parece haber tomado la decisión de dejar la gestión de estas fronteras, y del control de migración, a países como Marruecos, Senegal o Mauritania. Eso sí, bajo el mantenimiento del Ministerio de Interior, que deriva grandes partidas presupuestarias a este fin; la última de ellas, un envío de 30 millones de euros a Marruecos.

Dentro de las fronteras, es la situación con los centros penitenciarios el verdadero desafío de Fernando Grande-Marlaska. Y no sólo por su permisividad de cara al acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, sino también por la inexistente gestión de estos centros de presos en toda España, que ha sido criticada en muchas ocasiones por los funcionarios de prisiones, desesperados ante la aparente desidia del ministro en estas cuestiones. Falta de actuación a favor de los funcionarios de prisión que, ahora, coincide con la incorporación de un nuevo curso a los centros penitenciarios, que convertirá a los presos de Marlaska en verdaderos «Masterchef» durante su paso por prisión.

UN CURSO DE COCINA PARA LOS PRESOS «QUE SE PORTEN BIEN»

Así pues, tal y como ha podido conocer este diario, el Ministerio de Interior lanzará unos «cursos de formación de manipuladores de alimentos» para los presos de las cárceles españolas, a las que el ministerio de Grande-Marlaska cataloga como «personas privadas de libertad». Un curso de cocina con el que el ministerio de Interior asegura cumplir con sus «funciones de formación para el empleo y el impulso y la coordinación de cuantas líneas de actuación se desarrollen desde la Administración Penitenciaria para facilitar la integración sociolaboral de las personas privadas de libertad».

En concreto, estos cursos de cocina que se impartirán en los centros penitenciarios de toda España, tendrán la finalidad de mostrar un futuro laboral a estos presos, ofreciendo «conocimientos teóricos y prácticos de la formación profesional», entre los que se encontrarán «panadería y actividades auxiliares relacionadas con la manipulación de alimentos» o la «formación en higiene alimentaria».

Un curso de cocina que tendrá una duración de 10 horas lectivas, impartidas en jornadas consecutivas con tres horas diarias, en centros de gran parte de la geografía española. Cursos que costarán a las arcas públicas españolas, según el valor estimado del contrato, más de 335.000 euros; eso sí, con un presupuesto base de licitación (sin impuestos) de 71.100 euros.

LOS FUNCIONARIOS PENITENCIARIOS, EN GUERRA

Cursos formativos para los presos de las cárceles españolas que vuelven a mostrar, no sólo el carácter de reinserción de estos centros, sino también la gran inclinación del actual Ejecutivo nacional a «beneficiar» a los «residentes» de estos centros penitenciarios con la libertad restringida. Una inclinación que, sin embargo, sigue sembrando la polémica, y las críticas, entre los funcionarios de prisiones, que siguen viendo sus derechos laborales minados, a la vez que crece el «descontrol» en las cárceles.

Un descontrol que ha llegado incluso a provocar altercados de gravedad dentro de los centros penitenciarios, tal y como ha podido saber este diario, donde los presos no dudan en agredir a los funcionarios de prisiones, a sabiendas de que apenas serán sancionados por ello. Unas agresiones que llegan a ser graves, debido al acceso de algunos de estos presos a materiales que pueden ser peligrosos, como latas de botella o de conservas, entre otros.

Una cuestión ante la que los sindicatos de funcionarios de prisiones han vuelto a señalar al ministerio en conversaciones con Moncloa.com: «con esta política de buenismo, no se están aplicando las normativas, y los funcionarios han perdido gran parte de las armas jurídicas que les protegían» destacan desde ACAIP. Palabras que ponen de manifiesto la falta de «autoridad» de estos funcionarios, que son agredidos en muchas ocasiones por los presos, que apenas reciben una sanción administrativa ante estos actos, habiéndose eliminado desde el año pasado las principales funciones del parte penitenciario, dejando a los funcionarios de prisiones a merced de los presos. Unos presos que, eso sí, tendrán grandes conocimientos «Masterchef» gracias al ministro de Interior.