El diputado Íñigo Errejón se niega a salir de la vida política tan pronto y aspira poder hacer realidad su sueño de llegar a ser ministro y hacer crecer su rama de los gamers que se inventó en Más País, pero ahora de la mano de Yolanda Díaz y su nuevo proyecto político SUMAR.
El parlamentario está merodeando por los predios de la vicepresidenta segunda de Gobierno y ministra del Trabajo, porque también quiere acercársele, como lo están haciendo algunos miembros de Podemos, porque reconocen el liderazgo que Díaz tiene en este momento en el que los partidos de izquierda han visto mermada su popularidad.
Es por ello que Errejón ha decidido no perder el tiempo y salir adelante a apoyar todo lo que proponga Yolanda Díaz, bien sea desde la plataforma de SUMAR o como Ministra de Trabajo y es por ello que esta misma semana salió a decir que respaldaba el nuevo estatuto del becario que sacó adelante la ministra del Trabajo y el acuerdo al que llegó la funcionaria con los miembros de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), las Comisiones Obreras (CCCOO) y la Unión General de Trabajadores, (UGT), con la cual los jóvenes estudiantes que entren en las empresas como parte de su formación como becarios, tendrán nuevos derechos, equiparables al resto de los trabajadores.
Errejón tiene muy claro que para las elecciones municipales y autonómicas del próximo año hay que darle fuerza a la izquierda española, pero sabe muy bien que el PSOE, Podemos y Más País no terminan de convencer al electorado, pues los últimos años en los que ha estado Pedro Sánchez en el poder, han dejado al país en una situación de la que ninguno de ellos se debería sentir orgulloso y es donde aparece la imagen de Yolanda Díaz como la versión Wonder Woman de la izquierda, que en la actualidad está escogiendo con pinza a los miembros de su grupo político.
En Podemos ya enzarzaron a Díaz como «la elegida» para ser la candidata, de cara a las elecciones generales de finales de 2023 y todo parece indicar que en Más País seguirán la misma estrategia, tratando de endulzarla para que voltee a mirarlos, porque, en el caso de Íñigo Errejón, desea llegar a ocupar un ministerio y esta podría ser su única oportunidad de lograrlo.
La ministra de Trabajo es la figura mejor valorada dentro de la izquierda española, en este momento. Pese a que ella aseguró que con SUMAR no llegaría a las elecciones autonómicas y municipales de mayo, hay más de uno de los partidos de izquierda tratando de acercarse a ella para que «les dé su bendición» al momento de conformar las listas.
De hecho, hace días la ministra de Igualdad, Irene Montero dijo en una entrevista televisiva que entre su partido y SUMAR crearían una coalición electoral y que Díaz será su candidata, pero la mejor parte es que la líder de la nueva formación política no ha dicho ni una sola palabra sobre el coqueteo de Podemos y de la ministra Montero, pero todos saben que para ella valdrán solo las piezas menos polémicas.
En esta etapa de la formación de su organización política, la ministra Diaz tiene la sartén por el mango y está en pleno proceso de depuración para escoger a sus mejores fichas. Es por ello que Íñigo Errejón está merodeando, sin levantar mucho aspaviento, para ver si logra conectar con la vicepresidenta, para que le permita acercarse a su propuesta.
Ya anteriormente el diputado de Más País ha dejado saber a la opinión pública que goza de una muy buena relación con Yolanda Díaz y de ese discurso nadie lo sacará durante los próximos meses.
Cuando el parlamentario habló de su iniciativa gamer, en 2019, lo hizo para atraer al público más joven y capitalizar así un sector del electorado que ha sido desde siempre el público objetivo de los partidos de izquierda. Errejón intentó vender el discurso de que era un sector de la sociedad que estaba desasistido y a partir de allí enfocó su discurso para tratar de acercarse a ellos, con la promesa de atender sus demandas y trabajar para que tuviesen una voz que los representase dentro de la política.
De ahí surge la idea de la necesidad de crear un ministerio, diseñado a su imagen y semejanza, tal como lo ha hecho Irene Montero con su Ministerio de Igualdad, con el que se ah encargado de sacar adelante las leyes más polémicas y tomar como bandera el feminismo para todo lo que valga.
Ahora queda ver si a Yolanda Díaz esta propuesta de Íñigo Errejón le pega y le permite al diputado que se acerque a su organización política, o si por el contrario lo deja en el banquillo de los que han querido y no podrán llegar a la próxima etapa de SUMAR.