Las Fuerzas Armadas españolas apoyan la defensa aérea de la OTAN desplegando un destacamento del Ejército del Aire y del Espacio que opera un veterano radarAN TPS-43E (M) en Rumanía, para vigilar el espacio aéreo en el flanco este de la Alianza.
El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) de las Fuerzas Armadas (FAS) españolas acaba de hacer público que efectivos del Ejército del Aire y del Espacio –bajo control operativo nacional del Mando de Operaciones (MOPS)- han iniciado su despliegue en Rumanía, cerca de la ciudad costera de Constanza. La misión de estos profesionales es operar un radar de vigilancia aérea de largo alcance, para contribuir a la Defensa Aérea Integrada de la OTAN en el espacio aéreo de sus estados miembros.
Según las imágenes, que acompañan al comunicado que no menciona el modelo, el sistema de radar desplegado es el de capacidad táctica AN TPS-43, un veterano diseño norteamericano de la empresa Westinghouse Defense and Electronic Division (Hoy Northrop Grumman), de los años sesenta del pasado siglo. Entró al servicio de las FAS de los Estados Unidos en 1968, mientras que el primero que llegó a España fue a principios de los años setenta, de la versión CX, tras ser comprado por el entonces Ministerio del Aire. Estaría en servicio hasta 1983, cuando fue sustituido por el AN TPS-43E, que daría paso, ya en el año 2001, al AN/TPS-43E (M), que es de facto la versión modificada del modelo E, que incluye mejoras como la digitalización de la presentación en pantalla y la capacidad de integración en el Sistema de Mando y Control. Aunque actualmente dicho Sistema emplea principalmente los modernos radares Indra Lanza y los italianos Alenia RAT 31 SL/T, los norteamericanos tienen la ventaja de su fácil capacidad de transporte, ya sea en camiones o aviones de carga, como el C-130 y el A400M.
Ahora el Gobierno español en su política de apoyo a la OTAN, en este caso en concreto en apoyo de la defensa aérea, ha reforzado el flanco este participando activamente, una vez más, en la operación de la Alianza denominada “enhanced Air Policing”. Esta misión tiene como objetivo apoyar a la Policía del Aire OTAN, que está bajo el Mando Aéreo Aliado o Allied Air Command (AIRCOM), con medios de otros socios como son los aparatos de combate y de mando y control, normalmente más modernos, que no sería el caso del despliegue del radar español a Rumanía.
El radar y todo el material técnico asociado iniciaron su despliegue por vía marítima el pasado 10 de octubre desde el puerto de Cartagena (Murcia), desde donde se trasladó al referido de Constanza. Posteriormente, por vía aérea llegó el citado destacamento, compuesto por 38 militares, que tiene como principal misión mantener en estado operativo el radar que se encuadran en el denominado destacamento Tigru (que es tigre en rumano). Como es el procedimiento en este rol de mando y control, la actividad se mantiene 24 horas, 7 días a la semana (24/7), cubriendo principalmente el espacio aéreo que se extiende sobre las colindantes aguas del mar Negro. En concreto se ha instalado en el acuartelamiento rumano de Schitu, donde está operando desde el 17 de octubre, estando pendiente que esté desplegado hasta el próximo 31 de marzo de 2023, aunque el Ministerio de Defensa informa que dicho plazo podría prorrogarse hasta el 30 de junio del próximo año.
Así el veterano AN/TPS-43E (M), que tiene un alcance máximo de 450 kilómetros, vigilará el espacio aéreo rumano para cubrir las posibles intrusiones de las aeronaves de la Fuerza Aérea y la Armada de Rusia, que tienen base en la relativamente cercana península de Crimea, que Moscú ocupó a Ucrania en 2014. De facto la presencia de la Armada de Rusia en la península, cuyo epicentro es el magnífico puerto natural de Sebastopol, ha sido continua desde la construcción de la base naval en dicho enclave geográfico a finales del siglo XVIII, aunque tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991, Moscú pagó un canon anual a Kiev para mantener las instalaciones, hasta la invasión de 2014.
El radar y la mayor parte del personal y medios pertenecen al Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA), con el principal apoyo de personal y medios del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA) que, entre otras labores, darán seguridad al radar y a sus operadores. Estas Unidades, con mucha experiencia y un largo historial en despliegues, tienen sede en las hispalenses instalaciones del acuartelamiento de Tablada y la base aérea de Morón, respectivamente.
Con este despliegue, España se reafirma en su compromiso con la paz y la seguridad internacional, siendo uno de los países europeos que más esfuerzo realiza en misiones internacionales.