Alfonso Fernández Mañueco esquivará la ley del ahorro energético en el Teatro Juan Bravo

El histórico Teatro Juan Bravo de Segovia esquivará el Real Decreto-ley del Gobierno de Pedro Sánchez que obliga a los principales edificios públicos y privados del país a apagar sus fachadas a partir de las 22:00 horas. Y es que, después de casi 40 años de procedimiento, el edificio ha sido declarado Bien de Interés Cultural «con categoría de monumento» por la Junta de Castilla y León. Una apreciación del Juan Bravo de Segovia que dejará invalidada la normativa de ahorro energético en el edificio bajo el mando de Alfonso Fernández Mañueco.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado graves consecuencias. También en Europa, que ahora atraviesa una brutal crisis energética debida, en gran medida, al conflicto armado de la frontera. Una crisis energética ante la que el Gobierno nacional decidía, hace unos meses, aprobar en Consejo de Ministros un nuevo Real Decreto-Ley de ahorro energético. Una medida «extraordinaria» del Ejecutivo nacional que pronto recibía las críticas de gran parte de las administraciones regionales y, en especial, del Gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso.

Un plan nacional que establece que, a partir de las diez de la noche, los edificios públicos dejen de iluminar sus fachadas, así como los comercios y locales privados. Del mismo modo, todos los espacios que puedan prescindir de ello, deben apagar su alumbrado interior y exterior, así como controlar las temperaturas de su interior, con 27ºC durante el verano, y 19ºC en invierno.

MAÑUECO «SALVA DEL APAGÓN» AL TEATRO JUAN BRAVO

Medidas que provocaban la inmediata respuesta de las comunidades autónomas, así como de los municipios, especialmente aquellos liderados por el Partido Popular, pero no exclusivamente. Y es que muchos eran los líderes políticos que no llegaban a apoyar completamente el pensamiento de la bajada del consumo en relación con el «apagón» generalizado de las calles españolas. Algo que ponía de manifiesto el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que aseguraba ante los medios de comunicación que las luces de navidad de la ciudad gallega consumen menos que algunos focos de estadios deportivos, y que el alumbrado navideño no se apagaría en Vigo, ya que es sinónimo de grandes ingresos de turismo para la ciudad.

Por su parte, desde Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida criticaba la falta de «diálogo» ante la aprobación de esta medida, y aseguraba que algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid continuarían encendidos, debido a su perfil de Bien de Interés Cultural protegido (BIC).

«ES UN BIEN DE INTERÉS CULTURAL […] ASÍ QUE SEGUIRÁ ENCENDIDO»

«Vamos a cumplir el real decreto» destacaba el edil madrileño, que explicaba la adaptación de la normativa en la ciudad de Madrid. «Es un Bien de Interés Cultural, así que el Palacio de Cibeles, al igual que el resto de monumentos de la ciudad, seguirán encendidos […] bajo la premisa, parece ser que confirmada, de que los monumentos no se encuentran incluidos».

Una premisa que ahora parece haber aprovechado Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, para mantener «encendido» uno de los edificios más emblemáticos de Segovia: el Teatro Juan Bravo. Así pues, tal y como ha podido saber este diario, la Junta de Castilla y León declaraba, a finales del mes de septiembre, al teatro Juan Bravo, en Segovia, como un nuevo Bien de Interés Cultural «con categoría de monumento». Una categorización especial para el teatro que se ha conseguido finalmente, después de casi 40 años del inicio del proceso de declaración de la entonces Dirección General de Bellas Artes y Archivos, en 1983.

Una declaración protegida del Teatro Juan Bravo que hará que el emblemático edificio, bajo el mando de Alfonso Fernández Mañueco, no sólo sea considerado un nuevo monumento BIC, sino que también quede «protegido» del Real Decreto-Ley de ahorro energético del Gobierno, manteniendo así su fachada encendida más allá de las diez de la noche.

UN TEATRO QUE «ESCENIFICA» SEGOVIA

«La relevancia del Teatro Juan Bravo viene dada por su contribución y significado a la escena urbana del conjunto histórico de la ciudad de Segovia, como lugar de representación de la cultura vivida y compartida por la sociedad segoviana, y como símbolo de pertenencia e identidad de un pueblo» destacan los documentos públicos, en referencia al edificio que, desde ahora, está considerado un Bien de Interés Cultural, y por tanto, un lugar de referencia histórica a nivel nacional.

Un edificio que, tal y como explican desde la Junta de Castilla y león, fue construido «entre 1915 y 19117 a modo de los teatros barrocos italianos», y que disfruta de una localización envidiable en la Plaza Mayor de Segovia, así como del cariño de la localidad, tal y como se presume de los documentos oficiales, que destacan el carácter representativo del monumento, tanto de la historia de Segovia, como de su sociedad. Un monumento y representación social que, ahora, no se verán «eclipsadas» por el Real Decreto del ahorro energético del Gobierno de Pedro Sánchez.