La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, ha forzado la aprobación de los presupuestos para el año 2023 poniendo fin al debate de la Asamblea Nacional donde carece de mayoría absoluta, lo que podría provocar una moción de censura Borne aprovechó un artículo de la Constitución para poder aprobar las cuentas sin tener la aprobación de la cámara