La unidad anticorrupción de los Mossos d’Esquadra trabajó en sus investigaciones desde fuera del sistema interno de la policía catalana en junio de 2020, según han explicado fuentes de la Conselleria de Interior este miércoles.
Según ha avanzado ‘El País’, así lo decidieron los agentes de la unidad después de que el ahora comisario jefe, Eduard Sallent, pidiera acceso a todas las investigaciones verbalmente y por escrito, incluyendo las confidenciales.
Las fuentes de la Conselleria han insistido en el carácter «unilateral» de la decisión y han desmentido que Sallent o alguien de su equipo solicitara el acceso a investigaciones concretas de corrupción o secretas o pidiera detalles de indagaciones a nivel generalizado.
Además, han garantizado que «en ningún caso, nunca nadie de aquel área o equipo comunicó ninguna preocupación» sobre posibles ingerencias en las actuaciones policiales.
Estas mismas fuentes han recordado que la restricción de acceso a una investigación la determina el mismo agente al darla de alta y que, de aplicar el máximo nivel de confidencialidad, nadie más puede consultarla: «Los niveles de seguridad del área de investigación de Mossos no es una cosa de Mortadelo y Filemón», ha defendido.
Igualmente, han criticado que las acusaciones de presuntas ingerencias también atentan contra el secreto policial al que está sometido cualquier agente, que le impide filtrar la información «a quien sea».