Los ácaros son insectos microscópicos, más pequeños que una mota de polvo, que anidan en los tejidos y tapicerías de nuestra cama, incluso en nuestro colchón y nuestra almohada. Son parientes de las garrapatas y las arañas, pero en este caso son inofensivos, ya que no pican ni chupan la sangre. El problema es que pueden causar alergia, de mayor o menor gravedad, según la sensibilidad de cada persona. Por lo general viven en el polvo que se deposita en los tejidos y suelen estar en colchones, alfombras, cortinas, ropa de cama… siempre un lugar protegido de la luz, que no les gusta nada. También preferente los sitios donde haya algo de humedad.
CÓMO SE SI HAY ÁCAROS EN CASA
Los ácaros no se pueden ver, pero están ahí. ¿Cómo podemos saber si hay ácaros en nuestra cama? La única forma de saberlo es atendiendo a los síntomas físicos de alergia, como picores, enrojecimiento de ojos, congestión nasal, tos, mocos. Si estos síntomas son más intensos durante la noche, y el sueño es de mala calidad, es posible que los ácaros te estén fastidiando la salud y el descanso.
¿Cómo aparecen los ácaros en la cama? El principal motivo de que se vayan acumulando en el colchón, la almohada y otros tejidos en contacto con las personas, como los sofás o las alfombras, es porque los humanos desprendemos, de forma natural, piel muerta y caspa, una materia orgánica que sirve de alimento a estos bichitos microscópicos. Por lo tanto, cada vez que nos metemos en la cama, nuestro cuerpo deposita partículas que a los ácaros les encanta. Una forma de reducir su presencia es exfoliar la piel con frecuencia, incluyendo el cuero cabelludo. Así la piel muerta se desprende en la ducha, y no en la cama.
Los ácaros tienen una esperanza de vida corta, ya que viven aproximadamente un mes. Las hembras pueden poner más de cien huevos en ese tiempo, lo que significa que se reproducen con mucha facilidad. Por eso es tan importante eliminarlos cuanto antes por completo para evitar que se reproduzcan ilimitadamente. Estos insectos se mueren a temperaturas más altas de 55ºC así que lavar las prendas a una temperatura superior es una buena forma de acabar con ellos. Limpiar el colchón con una vaporeta es otra alternativa para conseguir una higienización completa libre de ácaros y gérmenes.
TRUCOS PARA UNA BUENA LIMPIEZA
Sin embargo, hay otras formas de conseguir una limpieza perfecta. Este es el procedimiento:
- Pasar el aspirador utilizando un filtro HEPA. El aspirador es capaz de succionar estos insectos, y se puede usar sobre el colchón, los sofás y las alfombras.
- Existen fundas especiales antiácaros que impiden que esos insectos se concentren en la cama o en la almohada. Aun así, es aconsejable lavarlas semanalmente.
- El bicarbonato es un remedio natural repelente de ácaros. Se espolvorea sobre la superficie a tratar y se deja actuar durante dos horas. Después aspiramos
- La ropa de cama se debe cambiar semanalmente, y lavar a la más de 55ºC para que los ácaros se mueran. Secar la ropa al sol también ayuda a combatirlos.
Otra forma de prevenir la acumulación de estos insectos en casa es ventilar con frecuencia, para que el aire esté renovado y no haya humedad. Hay que recordar que los rayos ultravioleta del sol también acaba con los ácaros, así que si entra el sol en el dormitorio, podemos aprovechar. También es importante limpiar el polvo con frecuencia, pero no con plumero, que solo lo esparce, sino con algún material que atrape el polvo como las bayetas de microfibra. Además, hay que aspirar, con frecuencia, las alfombras, el sofá, el colchón y debajo de la cama. Por último, no podemos olvidarnos de las cortinas donde también se acumulan ácaros. Además de aspirarlas, también hay que lavarlas en la lavadora con cierta frecuencia.
En el mercado existen diferentes productos antiácaros en formato spray o en polvo, pensados para desinfectar diferentes superficies. Se pueden encontrar incluso sprays para rociar la almohada y conseguir una limpieza óptima de las superficies en contacto con nuestro cuerpo. Otra opción interesante para personas alérgicas son los aspiradores con luz ultravioleta incorporada para el tratamiento de los ácaros. Garantizan una desinfección a fondo de cualquier tejido, que quedará libre de cualquier microorganismo. Si se combinan distintas soluciones, se puede mantener el hogar libre de ácaros y de alergias.