La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, empieza a ser uno de los nombres «en riesgo» dentro del Gobierno de España. Y es que la polémica sobre la gestión de la ministra en asuntos tan relevantes para la sociedad española como es la actual crisis energética y, especialmente, la factura de la luz, parecen estar jugándole una mala pasada a la socialista. Asuntos que continúan sin una aparente solución a nivel nacional, mientras Teresa Ribera busca otros «quehaceres» dentro de su departamento, como es el control de los mejillones cebra en el país, que costarán a las arcas públicas españolas cerca de medio millón de euros.
Sin duda, y con especial relevancia tras el estallido de la guerra de Ucrania, España está atravesando una crisis energética casi sin precedentes a nivel nacional. Una cuestión que ha puesto en el punto de mira a la vicepresidenta cuarta del Gobierno, y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Ministra que se está viendo aparentemente «superada» por los acontecimientos. Algo que muestra la falta de medidas eficientes por parte del Ejecutivo nacional en los últimos meses ante esta grave crisis energética.
Falta de «ideas» para paliar la crisis de los carburantes, y en especial, los abusivos precios de la factura de la luz, que han hecho que voces internas del Gobierno empiecen a señalar a Teresa Ribera como la más «débil» del Ejecutivo y, por tanto, la que más facilidades tendrá para salir en una próxima crisis de Gobierno.
Delicada situación profesional dentro del ministerio que, sin embargo, no ha parado a Teresa Ribera en otra de sus «tareas»; en concreto, las que debe dirigir desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente.
EL MEDIO AMBIENTE DE TERESA RIBERA, CENTRADO EN LOS MEJILLONES CEBRA
Así pues, el ministerio de Teresa Ribera ha anunciado un contrato, de cerca de medio millón de euros, para la «realización de muestreos y análisis precoz» dentro de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Unos estudios que buscarán controlar la población del mejillón cebra en los embalses de la cuenca del Ebro, tal y como destacan los documentos oficiales de la contratación.
«La presencia de especies exóticas invasoras en las Demarcaciones Hidrográficas pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos medioambientales establecidos en el artículo 4 de la Directiva 2000/60/CE del Parlamento y del Consejo» destacan oficialmente desde el ministerio de Teresa Ribera. Especies como es el caso del mejillón cebra, cuyo control en desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se produce desde 2007, ya que producen un grave efecto sobre el equilibrio biológico de las zonas naturales españolas.
«Los importantes daños causados por la invasión del mejillón cebra en las aguas continentales a nivel ecológico y socioeconómico hacen necesario realizar tareas de muestreo para la detección larvaria precoz de la especie, lo que permite evitar una mayor dispersión de la plaga» destacan desde los documentos publicados por el ministerio en referencia a esta licitación.
Así pues, la principal labor de la empresa que consiga este contrato, de 24 meses de duración, será la de detectar, controlar e informar de la situación de los embalses de la zona con respecto a esta plaga. «La red de detección precoz contempla el muestreo y análisis de estas masas de agua navegables, y se complementa con aquellas masas que han sido declaradas de interés para su seguimiento por parte de otras Administraciones». Un control por el que los ciudadanos españoles pagarán, tal y como se ha estipulado como valor estimado de contrato, 488.679,45 euros, siendo el presupuesto base de más de 325.000 euros.
SOLO SE HAN DETECTADO MEJILLONES CEBRA ADULTOS EN UN EMBALSE
Sin duda, el control de esta plaga es necesario para el correcto mantenimiento del ecosistema autóctono de los embalses de la cuenca del Ebro. Sin embargo, actualmente, y según destacan estos mismos documentos oficiales, únicamente un embalse de la zona ha confirmado la presencia de estos mejillones en fase adulta. En concreto, el embalse de La Sotonera, que será controlado para evitar la proliferación de esta especie invasora.
Por su parte, otros cinco embalses, de los estudiados ante la posibilidad de la expansión de la especie, se encuentran «afectados por la presencia de larvas» de esta especie. Del mismo modo, otros diez embalses están en riesgo, o libres de presencia de mejillones cebra, pero que serán estudiados del mismo modo debido a «la presión de actividades lúdicas desarrolladas en sus aguas».
Una situación que parece preocupar especialmente a Teresa Ribera quien, desde su ministerio, parece estar dispuesta a admitir un gasto de medio millón de euros en el control de esta especie invasora en las aguas españolas. Un control que, sin embargo, la ministra socialista parece no tener sobre otras cuestiones que tiene sobre la mesa, como son las altas facturas de la luz que, desde hace meses, reciben los ciudadanos españoles, y que están provocando la invasión de la pobreza en muchas economías domésticas, sin que la socialista haya encontrado aún una solución para ello.
