El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) reabre este lunes sus puertas, tras el parón por el coronavirus, con una instalación de Jorge Peris, ‘Dark Man cabalgando a lomos del pájaro de fuego’, en la que objetos cotidianos «donde se almacenan algunos de los restos de vidas pasadas» se convierten en instrumentos musicales.
El artista alzireño ha presentado su nueva exposición en el IVAM, que reanuda este lunes su actividad tras al parón provocado por la crisis sanitaria. Y lo hace precisamente este 18 de mayo, Día Internacional de los Museos.
«Los de ahora, como tantos otros a lo largo de la historia, son tiempos donde merodea Dark Man. Tiempos bélicos, de gran confusión y extrema división», ha asegurado Peris, según recoge el IVAM en un comunicado.
La muestra ‘Jorge Peris. Dark Man cabalgando a lomos del pájaro de fuego’ es un proyecto específico realizado para la galería 6 y expresamente pensado en la estructura de la propia sala expositiva. Se trata de una creación en la que ha trabajado durante los últimos dos años y que supone el regreso del alzireño a València y, más concretamente, a uno de los espacios que le ayudaron a formarse, el propio IVAM.
La base de la muestra son las últimas cinco esculturas que ha realizado el artista a partir de muebles de finales de 1800 e inicios del 1900 encontrados en cementerios de mobiliario, donde se almacenan algunos de los restos de vidas pasadas. Los ha seccionado, desmembrado y compuesto de nuevo para transformarlos en instrumentos musicales con la esperanza de darles una nueva vida.
«Al principio, mi intención era destruir completamente la galería 6. No hace falta ni arañarla para neutralizarla, pero yo quería desarmarla a dentelladas. Por el contrario, Dark Man, susurrando, me aconsejó que me hiciera amigo de este lugar. Y así lo he hecho, me he puesto a sus pies, es un proyecto construido a su medida», ha detalla el artista sobre el proceso de gestación de la exposición.
«RESIDUOS DE HABER VIVIDO DENTRO»
La mayoría de las piezas independientes que se muestran en la exposición son antiguos muebles como un armario, mesas, una antigua prensa de vino, sillas o portones típicos de casas valencianas que el artista muestra dañados o apilados en un equilibrio imposible.
Jorge Peris combina estas instalaciones con elementos cotidianos que conviven con ellos: monedas, billetes, pipas de fumar, cadenas de motosierra desgastadas, cartuchos, zonas pigmentadas, reacciones de la sal y el agua sobre la madera.
«Lo que dejo ver es el resultado de una acción, los retales, residuos de haber vivido dentro. Así, la sala 6, se convierte en autorretrato», concluye el creador sobre la exposición.
UNA PIEZA GESTADA EN 1987
La pieza más simbólica de la exposición es una pequeña escultura titulada ‘Megáfono, corazón de piedra’. La comisaria, Sandra Moros, explica que «el artista empezó a tallarla en 1987, cuando tenía 18 años».
«Esculpía un megáfono, pero no llegó a terminarlo y su hermano custodió esa obra inacabada durante 20 años. Cuando volvió a València, hace nueve, se instaló en el Palmar y volvió a encontrarse con esa piedra en el estudio. Ahora Jorge Peris traslada esa escultura al IVAM junto con un trozo del Palmar», un paraje que Jorge Peris define como «un parque salvaje, horizontal, un lago inmenso a un paso del mar».
Para la comisaria de la muestra, «el título del proyecto hace alusión a dos de las ideas que están implícitas; por una parte, El pájaro de fuego, ballet con música de Stravinsky que relata la leyenda rusa -a modo de cuento bailado- del príncipe Iván y el misterioso pájaro de fuego; por otro lado, Dark Man, una silueta oscura que casi siempre ronda en el pensamiento del artista».
En palabras del director del IVAM, José Miguel G. Cortés, «Peris ha creado una instalación en la que se solapan diferentes tiempos y lugares, trabaja sobre objetos cotidianos, en la mayoría de casos con muebles encontrados en muladares, pero ampliando la idea de la misma escultura para acabar creando site specifics».
Cortés ha explicado que, a través de los proyectos de esta galería del museo, se ha «ido construyendo una cartografía distinta de la ciudad de València, con aspectos como la transexualidad de la que hablaban Cabello-Carceller, la memoria en el caso de Xavier Arenós o la presencia de las mujeres en el espacio público con Carmela García», ha destacado.