Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), de la Universitat de Barcelona (UB), de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de instituciones americanas y europeas analizarán los efectos psicológicos de las medidas de restricción de la movilidad de la población en más de 30 países.
Se trata de un proyecto llamado ‘PSY-COVID’, que se hará en base a un único modelo de encuesta en estos países para conocer si la intensidad y la duración de las medidas implantadas en cada gobierno, «o bien si las diferencias socioculturales, son o no las responsables de la disparidad observada en la prevalencia de trastornos de ansiedad o depresión», ha afirmado el coordinador del estudio, y profesor de la UAB, Antoni Sanz, este lunes en un comunicado.
El trabajo también permitirá identificar los factores que determinan el impacto en la salud mental, como las condiciones del espacio físico y el contexto social, así como a los colectivos que han sufrido los efectos «con más dureza, entre los que algunos estudios preliminares indican claramente que se encuentra personal sanitario» y las personas con enfermedades severas.
Este estudio internacional pondrá el foco en la capacidad de adaptación de las personas en circunstancias extraordinarias, con la voluntad de analizar la mejora emocional y cognitiva que experimentan algunas después de haber estado sometidas y superar circunstancias como el aislamiento social o sufrir el Covid-19.
Sanz ha subrayado que mientras no se disponga de vacuna o de una antivírico efectivo, las conductas de prevención son las medidas para controlar el virus e identificar los factores para que se lleven a cabo «puede ser crítico» para definir las políticas de salud pública que garanticen que las UCI no se vuelvan a colapsar.