La formación morada ya empieza a imponer sus líneas de negociación. Y no son precisamente del agrado de los socialistas. Tanto es así, que ya en Ferraz hacen lecturas negativas sobre las exigencias y hablan de «prorrogar» los Presupuestos Generales del Estado como única vía posible para contener a su electorado. Una de las líneas rojas que Podemos ha impuesto a Pedro Sánchez es que el gasto militar no suponga el 2% del PIB, algo a lo que se comprometió el presidente del Gobierno durante la Cumbre de la OTAN. A cambio, Podemos quiere que parte de ese dinero (en torno a los 600 millones de euros) se destinen directamente al presupuesto que gestiona el Ministerio de Igualdad. Concretamente, a la partida para violencia de género.
Podemos vive una realidad complicada por la presencia de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y quieren usar toda su fuerza para socavar el perfil político de quien ha montado Sumar para alimentar la figura de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad. Aumentar el presupuesto del ministerio de la dirigente de Podemos es una línea roja para Podemos, pero el relacionarlo con el gasto militar que pretendía emprender el PSOE es, a juicio de los ideólogos de la formación morada, una forma de legitimar que existe ese dinero y que se puede gastar en «cosas mejores». De momento, aumentar el gasto militar al 2% del PIB supondría llevarlo de los 12.000 millones a los 24.000 millones de euros, aproximadamente, según los datos oficiales. Y Podemos quiere disponer de parte de ese dinero para conseguir disparar el gasto del Ministerio de Igualdad.
Para Podemos es un disparate aumentar en 12.000 millones de euros el gasto militar. De hecho, entienden que disparar en casi 300 millones más el presupuesto del Ministerio de Igualdad es una «minucia» al lado de lo que pretenden hacer desde el Gobierno. Con este argumento, en Podemos esperan que Irene Montero tenga la capacidad de mejorar su imagen a golpe de talonario haciendo suya un área que consideran incontestable: la violencia contra la mujer. Cuando hablan, de todos modos, de aumentar el presupuesto para violencia de género en realidad a lo que se refieren es a disparar el presupuesto de Montero, dado que 300 millones de los 500 millones de los que dispone Irene Montero son, en teoría, presupuesto para paliar las consecuencias de la violencia contra la mujer.
en Podemos esperan que Irene Montero tenga la capacidad de mejorar su imagen
El otro valor añadido que busca Podemos es que Sánchez vuelva a quedar mal con Estados Unidos, país con el que se comprometió a asumir ese 2% del PIB en gasto para las Fuerzas Armadas. El compromiso que adquirió el presidente en la Cumbre de la OTAN mientras invitaba a todos los miembros al Museo del Prado como si de su casa particular se tratara se podría quedar en nada si Sánchez cede a las pretensiones de Podemos. Y si no, desde la formación morada no tendrán ningún problema en relacionar ambos conceptos: el gasto militar con la violencia de género. Pero lo que esconde esto no es una pelea solo de presupuestos, sino también de ensalzar según qué figura política.
De momento, Podemos solo ha establecido tres líneas rojas al PSOE para empezar a hablar de los Presupuestos. La primera, aumentar la partida para prevenir la violencia de género; la segunda, poner en marcha una ley de Vivienda, algo que le traería buen rédito político a Ione Belarra; y la tercera, que rechacen de plano aumentar el gasto para las Fuerzas Armadas. Con estas bases, Podemos se ha presentado ante el PSOE para decir que esas son sus condiciones. Pero los socialistas viven cada vez más presión interna para que rechacen estas ideas y para que prorroguen los Presupuestos lo antes posible. Se acerca el final de año y ya todos tienen puesta la mirada en las cuentas. Y mientras tanto, Podemos solo piensa en tener más dinero para conseguir más popularidad política.