La exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya ha defendido una Europa como «proyecto de paz», pero ha advertido que, para hacerlo, «debe ser capaz también de jugar en la guerra». «Europa es un poder, un poder blando, y ahora tiene que aprender a ser un poder un poco más duro: el poder de la seguridad, de la defensa», ha defendido.
González Laya ha participado en la primera edición de la Cumbre Europea de la Juventud que concluye este domingo en el Palacio Euskalduna de Bilbao. La cita, que ha analizado próximos desafíos de la Unión Europea, ha congregado a jóvenes de entre 18 y 30 años.
En declaraciones a los medios de comunicación, la exministra ha reconocido que, en la actualidad, se viven «enormes turbulencias y complejidades», así como «un retorno del poder duro como estructurante de las relaciones internacionales».
Tras advertir que Europa «desterró las relaciones de poder» cuando se construyó», con el objetivo de defender una gestión a través del respeto a las normas y las instituciones, la exministra ha subrayado que sin embargo «el mundo no es así».
A su juicio, la UE debe por ello plantearse cómo va a ser un actor relevante en el futuro, «siendo consciente que en el mundo no se puede gestionar si no ponemos dosis de cooperación internacional». «Europa es un poder, un poder blando a través de la norma, del derecho, del comercio y ahora tiene que aprender a ser un poder un poco más duro: el poder de la seguridad, de la defensa», ha defendido.
En este contexto, ha considerado que la guerra en Ucrania debe obligar a Europa a mirarse «en el espejo» y reflejar una Unión como «proyecto de paz» para el futuro, aunque «para hacerlo debe ser capaz también de jugar en la guerra».
Por otro lado, ha trasladado su «apoyo a quienes van a construir las propuestas para la Europa del futuro», que «va a ser diferente» a la del presente, al tiempo que ha reclamado más «participación, construcción e ideas» por parte los jóvenes.