El grupo parlamentario de Unidas Podemos se plantea no votar a favor del proyecto de ley de protección, derechos y bienestar animal — a pesar de haber sido impulsado por su partido desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030– si el texto incorpora finalmente la enmienda del PSOE que pretende excluir de la norma a los perros de caza y otros animales de trabajo. «Tenemos dudas de si debemos apoyar una ley que incluya una enmienda, la de marras que se está comentando», ha reconocido este viernes el secretario general del grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos, Chema Guijarro.
Sus dudas las ha expuesto durante las conclusiones de la IV Jornada parlamentaria de Protección Animal de APDDA ‘La ley de protección, derechos y bienestar de los animales. Guijarro, que se ha declarado un «soldado pretoriano» del director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, ha defendido la voluntad de que la norma llegue «a buen puerto» parlamentario, ya que ha reconocido que «unas cosas son las mayorías de Moncloa y otras las del juego parlamentario».
Con todo, espera lograr con esta norma igual que con el resto del programa de «máximos informados» de Unidas Podamos «todo lo lejos» posible. Así, ha afirmado que si la ley finalmente distinguiera entre perros de caza y los que no los son su grupo parlamentario «se plantea muy seriamente si realmente esto supone un avance o no». Además, ha añadido que Unidas Podemos se situaría en una posición «muy complicada» después del trabajo realizado estos meses y años y se daría una situación en la que no le gustaría estar en este momento final, en los últimos cien metros de «carrera final para tomar la conquista».
«Nos preocupa muchísimo y nos genera cierta desazón», ha insistido Guijarro, quien tras la decepción por la enmienda «poco animalista» del PSOE ha pedido el apoyo para los parlamentarios socialistas que están «peleando desde dentro». En ese contexto, ha defendido que «no todo» está perdido porque «compañeros» socialistas están dando la pelea para hacer ver al poder político que los animalistas no son cuatro gatos sino que 47 millones de españoles están «hartos» de comprobar como las autoridades no corresponden a la sensibilidad animalista extendida por todo el país.
En todo caso, Guijarro ha afirmado que Unidas Podemos tiene un enfoque pragmático que pasa por llegar todo lo lejos posible, consolidar derechos que sean la base de una segunda ola de conquista de derechos. Por su parte, la diputada del PSOE Sandra Guaita ha defendido que el proyecto normativo es «una ley del Gobierno» al que ha mostrado el apoyo del grupo parlamentario socialista. No obstante, ha pedido que lleguen mensajes, llamadas y presiones de todos los lados y que todas las partes expresen sus posiciones.
A ese respecto se ha dirigido a los representantes de grupos animalistas participantes en las jornadas para pedirles que se acerquen al mundo político para ejercer su influencia. La diputada socialista confía en que la ley salga «y bien» y confía en que la próxima semana serán rechazadas las enmiendas a la totalidad –presentadas por Vox, PP y PNV– para después continuar la tramitación parlamentaria. No obstante ha apuntado que las leyes resultantes de la actividad parlamentaria son «diferentes» al proyecto de ley que entró en las Cámaras pero ha afirmado que los grupos parlamentarios están para «escuchar» las demandas de la sociedad.
En su turno, la diputada de Más País-Verdes Equo Inés Sabanés, ha reclamado la ley como «muy necesaria e importante» y ha anunciado que durante la tramitación su grupo tendrá «exigencia» pero una también posición negociadora de «pocas líneas rojas» que permitan responder a las grandes expectativas que se han generado durante la negociación.
Para Sabanés hay dos «líneas rojas»: la desprotección de los perros de caza que es «muy importante que no vea la luz y recuperar un texto en el que todos estén incluidos, y que en el proyecto de ley de reforma del Código Penal en lo relativo a delitos de maltrato animal, se sustituya la responsabilidad penal por sanciones administrativas. «Es un riesgo de impunidad», ha apostillado. Finalmente, confía en que los políticos no se queden atrás en una ley que busca mejorar los derechos y la protección de los animales que «toda la sociedad comparte».
En la misma línea, la diputada de Junts per Cat, Pilar Calvo, ha defendido que los partidos reciben «muchas presiones» de quien no está de acuerdo en la esencia de esta ley, algo de lo que responsabiliza al «fenómeno de que quien manda no es la información veraz sino la infoxicación». A su juicio, la ley se está haciendo llegar a los medios de forma «manipulada, fuera de contexto» y sin recordar que lo que busca la norma es proteger animales, seres vivos que no tienen voz, por lo que la «obligación» de los parlamentarios es proteger sus derechos.
«Queremos una ley ambiciosa, progresista o que perdure en los años y que no nos la tiren al primer cambio de liderazgo político», ha afirmado la diputada de Junts per Cat que confía en que con el activismo fuerte se va a conseguir que no llegue «una ola que tire el castillo abajo». Por su parte, el diputado de ERC Joan Capdevilla ha valorado que los parlamentarios son un rompeolas de opiniones y quejas pero que no deben quejarse porque les pagan por soportarlas y enfocarlas en sus programas políticos.* Capdevila se ha referido a la enmienda a la totalidad presentada por el grupo parlamentario vasco y que comparte parcialmente porque asegura que invade las competencias autonómicas.
Así, ha dicho que el PNV ha presentado su enmienda a la totalidad «argumentada» pero confía en que se puedan resolver las injerencias en el ámbito constitucional de todos dentro del trámite parlamentario, por lo que confía en que el grupo vasco reflexione. Por último, ha pedido al PSOE que «no haga como el cura que riñe a la gente por no ir a misa, pero a quien riñe es a los que van a misa» y ha asegurado que con sus 13 de 350 votos parlamentarios ERC dibujará tantas líneas rojas como pueda para reconducir la ley haciendo una oposición «positiva».