El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha concluido este jueves sin acuerdo el segundo Pleno que celebra para intentar pactar los dos candidatos a magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que le corresponde nombrar, aunque sí ha fijado que los negociadores de los sectores progresista y conservador volverán a reunirse el próximo 5 de octubre con miras a que las designaciones puedan sellarse en un nuevo cónclave al día siguiente o el 13.
Tras tres horas y media, el Pleno ha acordado que «los vocales integrantes de la comisión negociadora de los nombramientos de los dos magistrados del Tribunal Constitucional cuya designación corresponde al Consejo General del Poder Judicial mantendrán nuevos contactos hasta el próximo jueves, 5 de octubre, cuando se celebrará otra reunión entre ellos».
En el caso de que en la reunión de la próxima semana entre los interlocutores progresistas y conservadores hubiera acuerdo sobre los dos candidatos para el TC, han establecido que se convocará un Pleno extraordinario para el día siguiente a fin de formalizar la propuesta de nombramiento, según ha informado el órgano de gobierno de los jueces en un comunicado. Y, si el día 5 no hay acuerdo entre las dos corrientes del CGPJ, «el Pleno volvería a reunirse, también en sesión extraordinaria, el 13 de octubre para que los miembros de la comisión negociadora den cuenta de las gestiones realizadas».
El Pleno de este jueves ha tratado otro asunto importante, tomando en conocimiento el informe elaborado por el Gabinete Técnico del Tribunal Supremo (TS), que establece cómo debe producirse la sucesión del presidente del CGPJ y del TS, Carlos Lesmes, si finalmente dimite para forzar la renovación del Consejo, que lleva casi cuatro años caducado.
Los expertos del TS aclararon que, en caso de que abandone, Lesmes debe ser reemplazado como jefe del Consejo y del alto tribunal por el vicepresidente del Supremo, cargo que ocupa interinamente el presidente de sala más antiguo, el magistrado Francisco Marín. Lesmes verbalizó su intención de dimitir durante la apertura del año judicial, el pasado 7 de septiembre. En declaraciones a la prensa reveló que, si no había acuerdo para renovar el CGPJ, renunciaría al cargo como medida de presión, pero no sin dejar al menos encarrilados los nombramientos al TC.
SEGUNDO INTENTO
Los vocales ya se reunieron en Pleno el pasado 8 de septiembre con el mandato expreso de Lesmes de llevar a cabo dichos nombramientos, algo que no pudo ser, ya que los sectores progresista y conservador se limitaron entonces a pactar las «reglas del juego»: que los dos aspirantes deben elegirse entre magistrados del Tribunal Supremo y que no volverían a llevar este asunto a Pleno hasta que hubiera dos candidatos claros.
Desde entonces, los interlocutores de ambas corrientes –José Antonio Ballestero y Carmen Llombart, del lado conservador; y Álvaro Cuesta, Rafael Mozo y Roser Bach, del progresista– han mantenido contactos informales para intentar alcanzar un consenso sobre esos dos candidatos iniciales, a los que una vez convocado Pleno podrían sumarse otros. La semana pasada, ratificaron su voluntad de cumplir con su obligación constitucional de postular a dos magistrados para el TC, pero hasta ahí las coincidencias. Los progresistas acudieron con nueve nombres, si bien los conservadores no presentaron candidatos asegurando que ningún miembro del Supremo se les había ofrecido para la corte de garantías.
Otro de los puntos de controversia fue precisamente el ‘tempo’. Los progresistas abogaron por pactar «en el plazo más breve posible y siempre antes del Pleno convocado para el día 29 de septiembre», pero los conservadores les trasladaron que no consideraban que la designación debiera hacerse hoy, aduciendo que «la relevancia de estos nombramientos exige que rija el principio de eficiencia y no el de urgencia». Fuentes del órgano de gobierno de los jueces ya habían señalado a Europa Press que en estos días apenas se habían producido movimientos, por lo que, aunque en el orden del día del Pleno de este jueves figurara la propuesta de dos candidatos al TC era improbable que hubiera fumata blanca.
LA VISITA DE REYNDERS
De hecho, los vocales conservadores se reunieron el miércoles por la tarde para ratificar su postura de no avanzar en las negociaciones con sus colegas progresistas hasta poder evaluar los resultados de la ronda de contactos que el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, llevará a cabo durante su estancia en España, que concluirá el viernes. Las esperanzas están puestas en Reynders porque antes de aterrizar en Madrid avanzó que venía con la intención de implicarse en la solución a la crisis del Poder Judicial, que hunde sus raíces en la incapacidad de PP y PSOE para pactar la renovación del CGPJ, pendiente desde el 4 de diciembre de 2018.
No obstante, este mismo jueves el comisario europeo ha aclarado que la responsabilidad de desatascar la situación es principalmente de las fuerzas políticas españolas, recalcando que su objetivo es facilitar la renovación del Consejo para que después se reforme su sistema de elección conforme a los estándares comunitarios, que imponen que al menos la mitad de sus miembros sean elegidos por los propios jueces.
A pesar del optimismo que algunas fuentes reconocen en el CGPJ por el impacto que pueda tener Reynders –logrando en el mejor de los escenarios un acuerdo global que resuelva los bloqueos concatenados en Consejo y Constitucional–, al mismo tiempo rebajan las posibilidades de éxito al apreciar cierta reticencia en las palabras del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ha advertido de que la renovación depende del PP.
FUERA DE PLAZO
Cabe recordar que la mencionada designación se hará ya fuera de plazo, dado que la segunda reforma operada por el Gobierno sobre la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que devolvía al Consejo su poder para hacer nombramientos en los altos tribunales pero solo para el TC, imponía como fecha límite el 13 de septiembre. El problema de fondo es que el 12 de junio venció el mandato de González-Trevijano, del vicepresidente del TC, Juan Antonio Xiol, y de Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares, los cuatro magistrados que forman el tercio que la Constitución encarga renovar a Gobierno y CGPJ, con dos cada uno.
En un principio, el Gobierno deslizó la posibilidad de efectuar sus nombramientos sin esperar al CGPJ, si bien las fuentes jurídicas preguntadas por Europa Press arrojan dudas sobre la posibilidad legal de que los dos aspirantes del Ejecutivo puedan tomar posesión sin la dupla del Consejo. La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha asegurado que Moncloa aguardará a que el CGPJ tenga sus dos candidatos para acometer la renovación parcial del TC, si bien rehusó precisar hasta cuándo está dispuesta a esperar.