El consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, quiere más. Pese a que no mantiene un perfil bien relacionado en Sol, el popular entiende que está «desaprovechado» en la consejería. El hecho de que hayan incluido a Lasquetty en algunas encuestas internas en el PP para ver su grado de popularidad para plantearse posibles vías como su candidatura en el Ayuntamiento de Madrid ha dejado claro que en Sol confían en él y que se plantean ascenderle de una u otra manera. El problema es que la ambición de uno de los consejeros del ala dura del PP no convence en Génova, especialmente al perfil moderado de Alberto Núñez Feijoo. Aún así, Lasquetty ha ganado galones en la guerra interna del Partido Popular de Madrid y quiere su recompensa. Ya se frota las manos para después de las elecciones autonómicas.
Lasquetty tuvo que salir por la puerta de atrás en el pasado porque se convirtió en el popular que inició la privatización de la sanidad madrileña. Sin embargo, el tiempo, que lo cura todo, le dio una segunda oportunidad de la mano de Isabel Díaz Ayuso y su paso por la consejería de Hacienda no está siendo especialmente negativo. Ha sido de los pocos consejeros que se ha mantenido firme en la guerra interna del PP y uno de los pocos que ahora suena como sustituto del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Es cierto que no es una de las primeras opciones, pero el que le hayan incluido en las encuestas internas del partido para ver si los madrileños le conocen un poco ha dejado claro que Lasquetty es la opción de Ayuso para desembarcar en Madrid si a Almeida se le complican las cosas. El problema es que en Génova se echan a reír cuando se plantean el dar galones a un perfil como el de Javier Fernández Lasquetty.
Aún así, dentro de la Comunidad de Madrid no todos están conformes con el consejero. Más de uno alto cargo de la CAM se ha quejado abiertamente del «clasismo» de Javier Fernández Lasquetty y de esa forma que tiene de «despreciar» a más de un trabajador. No es que a nivel interno tenga un reconocimiento positivo. No al menos cuando se habla con quienes trabajan para él. Sin embargo, la sensación en la cúpula de Sol es bien distinta y sí que entienden que sería su candidato ideal para desembarcar en el Consistorio si a Almeida se le complican las cosas. Estas mismas fuentes de Sol no cuestionan en ningún momento el hecho de que Almeida vaya a ser el candidato del Partido Popular a Madrid, pero sí que dudan sobre el tiempo que aguantará como alcalde dadas las circunstancias internas que rodean al regidor.
Javier Fernández Lasquetty se ha convertido en un tenor más de ese ala dura del PP de Madrid que ha ganado la guerra interna contra Pablo Casado y todos los que seguían la doctrina del partido. Sin embargo, el área de acción de Lasquetty es reducida. Su ascenso depende de la Comunidad de Madrid, no de Génova. Y pese a que Alberto Núñez Feijoo llegó a un acuerdo con Ayuso para no entrometerse en los asuntos del PP de Madrid a cambio de su apoyo para asaltar la dirección del Partido Popular, lo cierto es que Lasquetty no tiene muchas más opciones de ascenso fuera de la Comunidad de Madrid. La salida de Enrique López, el consejero de Presidencia de la CAM, podría darle oxígeno y alguna salida, pero más lejos de Madrid no tiene futuro.
El hecho de que le colaran en las encuestas internas fue empeño directo de la Comunidad de Madrid. Pero cuando lo hicieron, desde el entorno de Almeida, entonces respaldados por Pablo Casado, consiguieron frenar toda pretensión del consejero de Hacienda. Este frenazo se ha desbloqueado con la salida de Pablo Casado del panorama político. Ahora mismo la Comunidad de Madrid quiere fagocitar todas las instituciones posibles dentro de la Comunidad de Madrid, además de sus municipios, con soldados fieles a la causa y Lasquetty será uno de los que se lleve el premio gordo. Pero Feijoo le ha cortado las alas hasta el punto de que si se diera el escenario ideal para Javier Fernández Lasquetty, y José Luis Martínez Almeida abandonara la alcaldía de Madrid, Génova ya tiene en Pedro Rollán su sustituto perfecto.