Los cazadores llevan tiempo en pie de guerra desde que se aprobó la Ley de Protección animal a principios de noviembre. Y es que, esta nueva normativa prohíbe que se utilicen animales en prácticas en las que pueden ser maltratados como la caza y, en particular las rehalas. Sin embargo, ahora distintas asociaciones han puesto en marcha una nueva campaña con el fin de controlar el número de perros de caza maltratados. Distintos colectivos animalistas han decidido crear un correo donde las asociaciones puede hacer llevar las cifras de animales maltratados y abandonados, en particular ponen el foco en los perros que se utilizan para caza y que en muchas ocasiones pueden resultar malheridos. Algo que no ha gustado nada a los cazadores dado que saben que con la nueva normativa y estas listas las rehalas se han acabado para ellos. Así, los miembros del colectivos cinegético están asustados porque la nueva iniciativa que busca controlar el número de perros de caza maltratados podría volverse en su contra.
La Real Federación Española de Caza (RFEC) y las Federaciones Autonómicas de caza han decidido denuncian la última iniciativa que están promoviendo los colectivos animalistas. Y es que, estos grupos quieren para recabar cifras de perros de caza abandonados y maltratados. Para ello han creado un correo electrónico, campanaperrosdecaza@gmail.com donde las protectoras y las distintas entidades animalistas podrán enviar los datos de perros de caza recogidos por las propias protectoras durante los últimos cinco años. Sin embargo, esta iniciativa no ha sentado nada bien a los cazadores, dado que saben que esto podría suponer el fin de la utilización de perros en sus actividades cinegéticas.
la campaña regristará el número de perros de caza que sean maltratados y abandonados
Desde la RFEC han asegurado que esta medida va acompañada de una «falta de rigor y seriedad», ya que insisten en que no cuentan con el respaldo de organismo oficiales ni científicos que validen las conclusiones y estadísticas. Además, han afirmado que este procedimiento para la recogida de datos evidencia «la ausencia absoluta de rigor, validez y credibilidad». Por otra parte, consideran que estos datos solo servirán «para criminalizar a los cazadores». «Desde la RFEC y el resto de federaciones autonómicas denunciamos la falta de credibilidad de los datos que en los próximos días lanzarán los colectivos animalistas para criminalizar a la caza», han destacado.
Sin embargo, parece que los cazadores tienen miedo de las cifras que puedan resultar de esta campaña. No saben las cifras que resultadas de esta iniciativa ni los datos que manejan estas asociaciones animalistas. Así, están asustados porque estos datos puedan volverse en su contra y no consigan sacarles de la ley de protección animal. Y es que, si ya consiguieron convencer al PSOE de que presentara una enmienda para excluir la caza de esta normativa, ahora esta campaña podría tirar por tierra todo el trabajo. Es decir, podría acabar con todo tipo de esperanza del colectivo cinegético que sacar los perros de caza de la ley de protección animal que aprobó el Consejo de Ministros a principios de agosto.
LOS CAZADORES EN PIE DE GUERRA CONTRA LA LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL
Tiene puntos fuertes y puntos flojos, pero lo cierto es que la Ley de Bienestar Animal ha venido para quedarse. Tras dos años de “duro” trabajo de Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, la Ley de Bienestar Animal ha enfilado su tramo final para entrar en vigor. Los más damnificados por esta ley son, como era de esperar, los cazadores. Hay otros colectivos como aquellos que fomentan la cría ilegal de perros o gatos que también saldrán mal parados. Pero lo cierto es que los cazadores son los más perjudicados por una norma que castigará especialmente el maltrato animal. En concreto, las rehalas, esa forma de caza que pasa por llevar una buena cantidad de perros para rastrear y matar posteriormente a la presa, estarán vigiladas con lupa dado que hay varios artículos de la ley a los que podrían aferrarse los agentes para empapelar al cazador. Y desde las asociaciones de caza ya han puesto el grito en el cielo por el hecho de que no les dejen disfrutar de su deporte favorito.
La Ley de Bienestar Animal contempla, para empezar, que todos los animales que contribuyen al proceso de caza con rehala están sujetos a la norma, por lo que no hay forma de que los cazadores puedan esquivar las consecuencias penales que acarrearía el presunto maltrato animal. La ley define un animal doméstico como aquel “mantenido por el ser humano, siempre que su tenencia no tenga como destino su consumo o el aprovechamiento de sus producciones o cualquier uso industrial o cualquier otro fin comercial o lucrativo y que pertenezca a una especie que esté incluida en el listado positivo de animales de compañía”. Con esta lectura, los cazadores no podrán considerar a sus perros de rehala como una herramienta para un fin, lo que habían hecho hasta ahora.