A quién no les gusta las albóndigas. Son irresistibles para niños y adultos por su textura, forma atrayente (cuenta mucho lo visual), sabor y por supuesto por su versatilidad para hacerlas en varios tipos de carne, de salsas, de guarnición, en guisos e incluso como complemento a platos e pasta, por poner ejemplos concretos. Pero en este caso nos iremos por un lado a lo clásico, es decir, una receta de albóndigas tradicional con su salsa más habitual, pero por otro con una innovación o toque muy especial con un ingrediente que quizá a muchos no se les ocurriría para llevar tu receta de albóndigas a otro nivel. Tu familia e invitados se quedarán sorprendidos y satisfechos a partes iguales.
1UNA RECETA FÁCIL Y DURADERA
Lo decimos porque ya sabes que otra de las ventajas de las albóndigas es que son perfectas para comer en el momento pero también para congelar o comer después, sin perder sabor ni propiedades. Ahora que ha vuelto la rutina laboral y la falta de tiempo, es doble ventaja: tener comida para más días y un plato que se puede llevar. Con esta variante de receta no cambia este factor general. Pero vamos ya con los ingredientes y ver también ese toque mágico.