Por los predios del Ministerio de Igualdad se le cuecen las habas a la ministra Irene Montero tras las polémicas declaraciones que ofreció el miércoles ante la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, donde intentó justificar el hecho de que los niños puedan tener relaciones sexuales «con quien les dé la gana», siempre que den su consentimiento.
Partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general han salido al paso, a condenar lo dicho por la ministra de Igualdad, cuya retórica sobre temas relacionados con el feminismo, la ideología de género, la abolición de la prostitución y los derechos de la niñez siempre han causado revuelo, al punto de que los principales políticos de la oposición se encargaron de emprender la campaña para pedir la dimisión de Montero.
En Twitter fue tendencia durante todo el día #IreneMonteroDimisión y #IreneMonteroDimite y tanto medios nacionales como internacionales reseñaron las palabras dichas por la titular del despacho de Igualdad, donde aseguraba los niños tenían derecho a tener relaciones sexuales, previo consentimiento.
«Todos los niños, las niñas y les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo, si ellos no quiere, y que eso es una forma de violencia, tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento, y esos son derechos que tienen que se reconocidos», dijo la ministra Montero en su intervención ante el Parlamento.
Muchos han catalogado estas declaraciones de la ministra como un hecho de «apología de la pederastia» y como un hecho «aberrante», que dicen que ya nada tiene que ver con la promoción de los derechos de los colectivos LGTBIQ o con la defensa de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia o sus iniciativas feministas con las que ha plagado, a través de su ministerio, todos los organismos públicos y con cuyos mensajes pretende acaparar la atención de la ciudadanía.
Hasta este momento ninguno de los representantes del Ejecutivo se ha pronunciado sobre las polémicas declaraciones de Irene Montero, quien también ha pasado de largo sobre lo que ha dicho y ni siquiera ha pronunciado una palabra de rectificación sobre el tema.
Estas declaraciones de la ministra de Igualdad salen a la luz en un momento político complejo para el Gobierno, donde la popularidad de Unidas Podemos está por el suelo y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no atraviesa su mejor momento, de cara a las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en el país en mayo del próximo año.
Las actuaciones de Montero dentro del Gobierno siempre han estado plagadas de polémicas, debido a las iniciativas legislativas que ha impulsado, como la Ley del Solo sí es Sí o la Ley Trans, así como el proyecto que está ahora en el seno del Parlamento que pretende abolir la esclavitud y castigar a quienes pagan por consumir el servicio de las trabajadoras sexuales; todos son iniciativas cargadas de la ideología socialista que vende Unidas Podemos, y que ha sigo el plomo en el ala de la gestión de Pedro Sánchez, como único precio que ha tenido que pagar por tener que aliarse con el partido morado para poder formar Gobierno.
En Moncloa.com intentamos obtener el pronunciamiento de alguna de las organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia en el país, pero hasta el cierre de esta edición, ninguna se había pronunciado al respecto.
Tras las polémicas palabras de la ministra podemita, los portavoces de VOX y de Ciudadanos dieron un paso al frente para solicitar al Gobierno que haga algo al respecto y para pedirle directamente a Montero que presente su dimisión, por considerar que está haciendo apología de un delito, al expresar públicamente y frente a las autoridades del Congreso que ella considera que los niños pueden tener relaciones sexuales siempre que lo consientan.
Al final, todo el mérito de la ministra de Podemos, desde que llegó al Gobierno de Pedro Sánchez ha estado enfocado en polemizar con sus iniciativas legales, dejando de lado los verdaderos problemas que aquejan al país, como la inflación y los altos precios de los servicios básicos.
Lo más seguro es que tras este nuevo escándalo, las declaraciones de Irene Montero no tengan ninguna consecuencia y quede en el mero alboroto que ha desatado, pues esta es la estrategia que ha utilizado durante toda la legislatura Pedro Sánchez y su cartera de ministro, cuando de apagar los fuegos del Ministerio de Igualdad se trata.
