Entre los líderes autonómicos socialistas hay algunos que se salen del carril. Se tratan del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Ambos han decidido salirse de ciertas líneas que han marcado desde el Gobierno central poniéndoles en el disparadero de Ferraz. El último en hacerlo ha sido el líder extremeño que ha apostado por continuar con la energía nuclear mientras la postura del Gobierno central es desmantelar este tipo de energía. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, ha reiterado en numerosas ocasiones su ‘no’ a las energías nucleares a pesar de que haya escépticos en su propio partido como el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se ha mostrado a favor de ampliar la vida útil de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres) más allá de 2028, en el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Esta central fue construida en 1973 y comenzó su actividad el 1 de septiembre de 1983. Actualmente, cuenta con dos reactores activos cuyo apagón llegaría muy pronto por orden del Gobierno de España.
Sin embargo, el presidente extremeño se ha posicionado a favor de mantenerla abierta.
“Si dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se puede aplazar la vida de la central nuclear de Almaraz, nosotros encantados”, ha señalado Guillermo Fernández Vara en una entrevista con Canal Extremadura Radio con motivo del día de la región. No obstante, Fernández Vara ha indicado que habrá que seguir trabajando en otras alternativas energéticas porque los residuos de las nucleares están ahí.
Pero Guillermo Fernández Vara no es el único líder autonómico que se sale de la línea del Gobierno central. El presidente de Castilla-La Mancha también es crítico con las directrices del Ejecutivo nacional. La pandemia fue un punto de inflexión en el que adoptar restricciones y ponerse de acuerdo Ejecutivo autonómico y nacional fue complicado. Además, es un secreto a voces que Emiliano García Paje no goza de la total confianza del presidente del Gobierno a pesar de ser uno de los pocos líderes autonómicos que podrían quedarle al Partido Socialista.
Es importante reseñar que tanto el extremeño Guillermo Fernández Vara como el manchego Emiliano García Paje son los únicos dos barones socialistas que tienen posibilidades de seguir manteniendo gobiernos socialistas en sus dos respectivas comunidades autónomas. Las encuestas internas auguran que el mapa de España se va a teñir de azul mientras Extremadura y Castilla-La Mancha podrían resistir. Ambas comunidades autónomas son los lugares del país donde se espera que gane el Gobierno socialista, sin embargo, ambos líderes autonómicos son rebeldes a las decisiones del Ejecutivo nacional.
No hay que olvidar que es la cúpula del PSOE, es decir, Ferraz, quien tiene la última palabra a la hora de imponer a los candidatos a la presidencia por lo que tanto Guillermo Fernández Vara como Emiliano García Paje deben tener más que cuidado. En los próximos meses, se decidirá quiénes encabezan las listas electorales para poder así revalidar los mandatos socialistas tanto al frente de la Junta de Extremadura como del Gobierno de Castilla-La Mancha. 2023 es año electoral y ya se están empezando a mover hilos.
26.500 MILLONES DE EUROS EN ACABAR CON LA ENERGÍA NUCLEAR A PESAR DE LA POSICIÓN DE GUILLERMO FERNÁNDEZ VARA
Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez sigue enfrascado en su idea de acabar con la energía nuclear y apostar por las energías renovables, el líder de los socialistas extremeños apuesta por mantener la central que hay en su territorio. Es importante reseñar que la central nuclear de Almaraz cuenta con más de 400 trabajadores que perderían su trabajo tras desmantelar la misma. A estos trabajadores también se unirán los 27.000 empleados directos e indirectos que perderán su puesto cuando se acabe la nuclear. Para ello, Teresa Ribera se gastará millones de euros.
Nada más y nada menos que 26.000 millones es la cifra que prevé invertir el Ejecutivo para poner en marcha el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (7º PGRR). Este plan es la hoja de ruta para gestionar los residuos radiactivos y desmantelar las centrales nucleares que están presentes en España. El Ejecutivo pretende apagar el botón nuclear antes de 2035.
El Ejecutivo pretende apagar el botón nuclear antes de 2035
Actualmente, en España se encuentran en funcionamiento cinco centrales nucleares, dos de las cuales disponen de dos reactores cada una por lo que suman siete reactores de agua ligera. Ubicadas alrededor de la península ibérica, estas centrales nucleares parecen tener los días contados. Y es que la central nuclear de Santa María de Garoña se encuentra en cese definitivo de explotación y otras dos centrales nucleares, José Cabera y Vandellós I, se encuentran en desmantelamiento. El futuro de las restantes está en manos del ministerio liderado por Teresa Ribera que ya ha marcado una nueva hoja de ruta para tratar de erradicar este tipo de energía en nuestro país.