El grupo parlamentario socialista ha registrado en el Congreso de los Diputados una enmienda con el fin de excluir a los animales que trabajan en actividades deportivas, cetrería, perros pastores, de rescate, así como a los perros de caza y rehalas del proyecto de Ley de Derechos de los Animales.
En concreto, los de caza y rehalas contarían con una legislación propia, según lo establecido en la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.
La propuesta socialista, que ya anunció el pasado 8 de septiembre, el portavoz del grupo parlamentario, Patxi López, propone añadir un nuevo apartado al artículo que establece los animales que quedan excluidos de la norma para dejar fuera a los animales utilizados en actividades específicas (las deportivas reconocidas por el Consejo Superior de Deportes, las aves de cetrería, los perros pastores y de guarda del ganado) así como los utilizados en actividades profesionales (dedicados a una actividad o cometido concreto realizado conjuntamente con su responsable en un entorno profesional o laboral, como los perros de rescate, animales de compañía utilizados en intervenciones asistidas o los animales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de las Fuerzas Armadas).
El texto que quiere añadir el PSOE establece además que «igualmente quedarán excluidos los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza que contarán con una legislación propia según lo establecido en la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética».
Los socialistas argumentan que debe deslindarse la normativa de bienestar aplicable a los animales de compañía de aquellos otros tradicionalmente denominados de producción, o vinculados a actividades profesionales.
Por ello, quiere aplicar «exclusivamente» la futura norma a los animales de compañía que son mantenidos en el hogar familiar y conviven en él con sus titulares, ya que dichos animales ya tienen su «acomodo jurídico» y su «debida protección» en la normativa vigente y sobre todo en la Ley de 2007 para el cuidado de los animales, en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio.
Asimismo, añade que la enmienda está en línea de la regulación de la Unión Europea sin que por ello descuide los requisitos de bienestar exigidos para estos animales contenidos en la Ley 32/2007 y en la normativa propia de las Comunidades Autónomas.
Los socialistas consideran que en su actual redacción el proyecto de ley «introduciría un factor de distorsión» a la hora de su aplicación por las comunidades autónomas, que son las competentes en materia de protección animal.
De ese modo, reconoce que la realidad social y funcional del empleo de animales de trabajo, auxiliares o con función social encuentra graves problemas para su sostenibilidad y desarrollo, al englobarse de forma genérica en las normativas de protección de animales de compañía cuya principal actividad no es la de hacer compañía, ni suelen residir en el hogar.
CAZADORES, AGRADECIDOS A LA MAYORÍA PARLAMENTARIA
Tras la presentación de la enmienda, la Real Federación Española de Caza ha expresado su agradecimiento a la mayoría de grupos parlamentarios su «sensibilidad» hacia el sector.
El PSOE ha presentado a la Real Federación Española de Caza y a las Federaciones autonómicas la enmienda planteada y estos están ahora analizando los términos concretos de la misma. En ese sentido, el sector valora que el texto «parece ajustarse» a lo exigido por el colectivo pero pide prudencia ante una tramitación que está abierta.
En este contexto, señala que la RFEC sigue trabajando con todos los grupos parlamentarios para «frenar» el proyecto de Ley Animalista que en su opinión ha sido «impulsada sin consenso» por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 o al menos para conseguir que la actividad cinegética se excluya por completo en el texto legal.
«El organismo federado nacional quiere agradecer la sensibilidad mostrada por la mayoría de grupos parlamentarios hacia un sector fundamental a nivel económico, social, cultural y medioambiental», señalan en un comunicado en el que animan a todas las federaciones autonómicas de caza que se manifestaron el pasado 20 de marzo en Madrid a seguir trabajando «contra un proyecto de Ley gestado para imponer las tesis e ideología animalista a toda la sociedad y acabar así con la caza».
