La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, está al borde de la desaparición política, algo que ha quedado claro tras la salida de su pareja como consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Esta decisión, que han escudado asegurando que solo lo hacen para darle un puesto mejor en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tiene mucho que ver con las continuas apariciones incómodas de Mariano Bacigalupo en asuntos de Estado. Que la vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera y su pareja montaron un lobby dentro del Gobierno para beneficiar sus intereses era vox populi en el Ejecutivo. Y ahora que le han apartado de la CNMC, todos en el Ejecutivo dan por hecho que se acerca el fin del reinado de Teresa Ribera. La fecha clave: principios de 2023.
El Gobierno llevaba meses incómodo con la presencia de Mariano Bacigalupo en la CNMC. En un principio, el presidente del Gobierno le pidió algún que otro favor que no fue solucionado de forma satisfactoria para el líder socialista. Pero con el paso del tiempo en Moncloa se dieron cuenta de que el tándem Bacigalupo-Ribera no era beneficioso para el Gobierno, sino para los intereses de estos dos dirigentes. La pareja llevaba meses utilizando su influencia interna para conseguir medrar a nivel interno. Incluso el propio Bacigalupo intercedió con las petroleras para que las críticas a la ministra se redujeran, pero una vez más, Bacigalupo no solucionó el problema de forma satisfactoria para nadie. Ahora, el Ejecutivo ha decidido apartarle con el mismísimo voto de la vicepresidenta.
La idea del Gobierno era la de amortiguar la salida de la pareja de la vicepresidenta dándole un cargo aparentemente igual que el anterior, el problema es que en la CNMV Bacigalupo no tiene tanta mano para ayudar a su pareja como la que tenía en la CNMC. El Consejo de Ministros aprobó este martes la salida de Mariano Bacigalupo de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia para llevarle a un puesto prácticamente idéntico en la CNMV. La excusa del Gobierno ha sido la de que tiene una amplia experiencia jurídica que puede ayudar a desempeñar sus funciones en la nueva Comisión, cuando la realidad es que Moncloa se ha hartado de las injerencia de Bacigalupo en cuestiones de Estado por intereses personales.
Este cambio ha sido interpretado en el PSOE como un claro ejemplo de que la ministra de Transición Ecológica y también vicepresidenta está en la cuerda floja. Que era una de las más señaladas del Ejecutivo para abandonar la casa en la próxima crisis de Gobierno es algo que comentan todos los socialistas. Pero que ya se evidencien en el Consejo de Ministros salidas tan sonadas como la de Mariano Bacigalupo de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia es un dato más demoledor aún que deja claro que Teresa Ribera ya no goza del cariño del Gobierno. La confianza de Moncloa en la vicepresidenta está en entredicho. Y prescindir de Teresa Ribera en enero de 2023 sería un buen golpe de efecto si se tiene en cuenta que la parte más sensible de este Gobierno es el precio de la energía y la incapacidad para abaratarla. Pero si se tiene en cuenta que le han quitado hasta el Twitter, poco más hay que añadir.
TERESA RIBERA, LA MÁS TOCADA DEL CONSEJO DE MINISTROS
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, no está pasando por su mejor momento. Fuentes de La Moncloa aseguran que está bajo el punto de mira ya que su gestión no está gustando al propio presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez. El abastecimiento de gas, la factura eléctrica y su mal carácter no están haciendo que Teresa Ribera tenga una legislatura fácil al frente de su ministerio. Y es que también desde Moncloa han decidido quitarle competencias al departamento que dirige Teresa Ribera. La falta de confianza hace mella.
La última competencia que ha sido derivada a las comunidades autónomas ha sido la ley de costas. Ya en 2020, Teresa Ribera anunció que modificaría la ley de costas y el cambio ha sido que se ha deshecho de ella en el caso de Canarias. A partir de 2023, será el propio Gobierno canario quien autogestionará sus costas en vez de que lo haga el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España. El propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha celebrado esta decisión que se trataba de una demanda histórica del archipiélago atlántico. La norma ha sido aprobada por el Gobierno de España, que llega tras el acuerdo alcanzado por la Comisión Mixta de Transferencias del 27 de julio de 2022, y que contempla dicho traspaso de funciones y servicios al Gobierno regional adelgazando así las competencias del departamento ministerial que dirige Teresa Ribera.