El público de Mérida ha comenzado a despedirse de Joan Manuel Serrat este domingo en el primero de sus conciertos en el Teatro Romano enmarcados en el Stone&Music Festival, y que forman parte de la última gira de su carrera sobre los escenarios, ‘El vicio de cantar: 1965-2022’.
Una gran ovación del público recibió al cantante catalán que ofreció un concierto lleno de emoción y recuerdos que el artista iniciaba con ‘Dale que dale’, tras la que saludó cariñosamente a los espectadores: «¡Qué gusto da verlos aquí! He venido a despedirme de esta tierra y aclaro que este no es mi último concierto«.
Y es que este era primero de los dos conciertos en el certamen emeritense, a la espera del que celebrará este mismo lunes, ambos con todas las entradas agotadas.
Serrat presentaba sus credenciales vestido con vaquero y guayabera de lino azul y, como telón de fondo, la majestuosa escena del Teatro Romano de Mérida. ‘Mi niñez’, ‘El carrusel del furo’, ‘Romance de curro de palmo’ y ‘Señora’ fueron las siguientes canciones, homenajes a sus familiares y recuerdo de las duras épocas de la Guerra Civil y la posguerra.
En el espectáculo también se pudieron escuchar otros temas conocidos como ‘Lucía’, ‘Algo personal’ y ‘No hago otra cosa que pensar en ti’, informan desde el festival en nota de prensa.
El público que abarrotaba el teatro estaba totalmente entregado y el cantautor le hizo viajar a través de su característica voz repasando toda su ida musical con ‘Mediterráneo’, ‘Hoy puede ser un gran día’ o ‘Para la libertad’.
Serrat se lució contando chascarrillos, habló de sus padres y de sus abuelos, e incluso de las preguntas sobre música que se pueden plantear a ‘Alexa’. Y, como es habitual, rindió un sentido homenaje al poeta Miguel Hernández acompañado de la interpretación de las ‘Nanas de la cebolla’.
Repasó hasta veintitrés de sus grandes temas en lo que supone el ecuador del Stone&Music Festival. Entre aplausos y vítores el barcelonés se despidió del público con uno de sus clásicos más esperados, ‘Penélope’.