El consejero de Salud del Principado de Asturias, Pablo Fernández, se ha referido este miércoles a los resultados de la primera oleada del estudio de seroprevalencia, que señalan que en Asturias solamente un 1,8% de la población habría superado el COVID-19 y ha generado anticuerpos.
La tasa asturiana es de las más bajas del país, por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 5%. Según Fernández, esta baja incidencia es gracias al «importante esfuerzo» de todas las personas que han seguido «al pie de la letra» las instrucciones de confinamiento.
Según ha explicado el dirigente asturiano en unas declaraciones distribuidas por el Ejecutivo regional, se trata de un «gran sacrificio» que ha tenido sus frutos.
«Hemos conseguido que el virus entrara en Asturias de una manera mucho más suave, aplanar la curva y ahora objetivamente estamos viendo que objetivamente no ha afectado a mucha población», ha dicho Fernández, licenciado en Medicina, cirujano y hasta hace poco director de un área sanitaria asturiana.
Junto a Canarias y Murcia, Asturias es una de las regiones con prevalencia más baja. La Consejería de Salud del Principado considera que los resultados prueban que no existe inmunidad colectiva en España y «se corrobora la hipótesis de partida tanto del estudio, como de trabajo para la elaboración del Plan de Transición hacia una nueva normalidad y, por lo tanto, las fases para la desescalada».