El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha insistido una vez más en que el Gobierno desea tener la «mejor relación» con Argelia, como tiene con los demás países vecinos, si bien ha dejado claro que esto no tiene que ser «excluyente» con la nueva etapa en la relación con Marruecos.
«Lo que nosotros deseamos es tener las mejores relaciones con Argelia, con el Gobierno de Argelia y con el pueblo de Argelia», ha dicho Albares, repitiendo el mensaje que el Gobierno se ha esforzado en trasladar desde que el pasado 19 de marzo Argel retiró a su embajador de Madrid después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respaldara el plan de autonomía marroquí para el Sáhara.
España quiere tener con este país las «mismas relaciones» que con el resto de vecinos, «unas relaciones mutuamente beneficiosas, basadas en el respeto mutuo, en el beneficio mutuo, en la no injerencia en asuntos internos», ha puntualizado en rueda de prensa en Sevilla con su homólogo portugués, Joao Cravinho. En este punto, Albares ha puesto como ejemplo la relación que se está desarrollando con Marruecos y que, entre otras cosas, ha permitido reducir los flujos migratorios hacia la Península, además de la reanudación de la operación Paso del Estrecho.
«En estos momentos donde todas las rutas de inmigración irregular que utilizan las mafias que trafican con seres humanos están incrementándose en Europa la única ruta que no solamente no se incrementa sino que se reduce es precisamente la que, a través del Estrecho, llega a las costas de Andalucía», ha resaltado. La relación con Argelia no tiene que ser «incompatible» ni «excluyente», ha defendido el ministro, con la relación con Marruecos, como tampoco España quiere que «la relación tan sólida que tenemos con Marruecos, y que tanto beneficia a España, sea un óbice para tener la mejor relación con Argelia».