La Policía Nacional activó el pasado fin de semana su protocolo antidron con motivo de dos conciertos multitudinarios en la ciudad de Granada, lo que derivó en la localización de dos vuelos prohibidos por el espacio aéreo granadino cuyos pilotos fueron propuestos para sanción administrativa por incumplimiento de la normativa contra la Ley de Seguridad Aérea.
Según ha explicado la Policía Nacional en una nota de prensa este jueves, la función de los agentes, en cumplimiento de la normativa vigente sobre vuelo de drones, era en último término evitar «cualquier peligro producido por aeronaves no tripuladas».
En este contexto, la primera de las intervenciones de los agentes de dicha unidad tuvo lugar el viernes día dos cuando, utilizando los medios de dotación, detectaron un vuelo no autorizado en el marco de los conocidos como «sistemas de aeronaves no tripuladas».
Por este motivo, se desplazaron al lugar donde localizaron ‘in fraganti’ a una persona de nacionalidad italiana volando un dron a una altura de 75 metros. El piloto de esta aeronave fue identificado por encontrarse volando en una zona restringida al vuelo fotográfico y no haberse coordinado con el resto de usuarios del espacio aéreo legalmente establecidos. Por tales hechos, se impidió el vuelo prohibido de manera inmediata y fue propuesto para sanción por una presunta infracción de la Ley de Seguridad Aérea.
La segunda actuación tuvo lugar al día siguiente, en el transcurso del dispositivo establecido con ocasión de otro de los conciertos, cuando descubrieron el vuelo de otro dron a una altura de 87 metros. El piloto fue localizado en el Mirador de San Nicolás, alejado de la zona donde se encontraban los agentes intervinientes.
El identificado, de nacionalidad holandesa, habría despegado la aeronave ante la presencia de más de 150 personas, por lo que, en el caso de caer al suelo a la altura descrita, el impacto se habría producido a una velocidad de 40 metros por segundo.
Los policías intervinieron la aeronave ante el riesgo potencialmente grave para las personas que suponía dicho vuelo. Además, cuando le solicitaron la documentación necesaria para volar, carecía de licencia como piloto de estos drones y de seguro en vigor.
Por otro lado, el dron tampoco disponía del obligado sistema de mitigación de impacto –paracaídas–, obligatorio al ser una aeronave de más de 250 gramos. Finalmente, intervinieron dicho aparato ante el riesgo potencialmente grave para las personas y el piloto fue propuesto para sanción ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.