La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, no está pasando por su mejor momento. Fuentes de La Moncloa aseguran que está bajo el punto de mira ya que su gestión no está gustando al propio presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez. El abastecimiento de gas, la factura eléctrica y su mal carácter no están haciendo que Teresa Ribera tenga una legislatura fácil al frente de su ministerio. Y es que también desde Moncloa han decidido quitarle competencias al departamento que dirige Teresa Ribera. La falta de confianza hace mella.
La falta de confianza hace mella
La última competencia que ha sido derivada a las comunidades autónomas ha sido la ley de costas. Ya en 2020, Teresa Ribera anunció que modificaría la ley de costas y el cambio ha sido que se ha deshecho de ella en el caso de Canarias. A partir de 2023, será el propio Gobierno canario quien autogestionará sus costas en vez de que lo haga el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España. El propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha celebrado esta decisión que se trataba de una demanda histórica del archipiélago atlántico. La norma ha sido aprobada por el Gobierno de España, que llega tras el acuerdo alcanzado por la Comisión Mixta de Transferencias del 27 de julio de 2022, y que contempla dicho traspaso de funciones y servicios al Gobierno regional adelgazando así las competencias del departamento ministerial que dirige Teresa Ribera.
Para la transferencia de la ley de costas no es la única competencia que desde el seno del Gobierno han decidido quitarle a Teresa Ribera. La propia ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, fue quien se encargó de explicar el Congreso de los Diputados el plan de ahorro energético que preparó exclusivamente el ministerio de Teresa Ribera. En vez de que la artífice de este plan de medidas de ahorro y eficiencia energética en la Administración General del Estado fuera la que lo explicara en sede parlamentaria, fue su colega ministra Raquel Sánchez quién lo hizo.
Además de este agravio, es importante reseñar que fuentes cercanas a la ministra aseguran que su mal carácter hace que sea complicado trabajar codo con codo con ella. Incluso, estas mismas fuentes aseguran que su equipo le recomendó que se quitará su cuenta de Twitter para evitar críticas en cuanto a su gestión. Cuando empezó a subir el precio de la luz de forma desorbitada, desde Moncloa sugirieron al equipo de Teresa Ribera que le prohibieran usar su cuenta personal. Y así se hizo. Prueba de ello es que no ha lanzado ningún mensaje desde julio de 2021. A partir de ahí, llegó la prohibición.
LA CNMC ESTÁ RECIBIENDO PRESIONES PARA SACAR AL MARIDO DE TERESA RIBERA
Los agravios a la ministra Teresa Ribera no solo se producen en el seno del Gobierno. También ocurren en organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) donde trabaja su marido Mariano Bacigalupo. El marido de Teresa Ribera es uno de los consejeros que componen la Comisión y se ha convertido en una piedra en el zapato tanto del Gobierno como de la propia CNMC. Bacigalupo se ha dedicado a atender las necesidades del lobby que ha formado junto a la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica antes que a realizar sus labores. De hecho, en más de una ocasión ha maniobrado en favor de los intereses del Gobierno por petición “expresa” de su mujer. Esta situación se ha complicado debido, especialmente, a los altos precios de la energía que han dejado en la cuerda floja a Teresa Ribera. Desde entonces, algunos miembros del Gobierno buscan alterar la agenda de la CNMC para que la salida se produzca antes de lo esperado. De momento, al rotación de consejeros está contemplada para 2023.
La CNMC cuenta con los servicios de Mariano desde 2017. En un principio, la labor del consejero no era demasiado notable. Pero todo cambió cuando Teresa Ribera llegó al Consejo de Ministros de la mano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Desde ese momento, Mariano Bacigalupo y Teresa Ribera fueron construyendo un lobby interno dentro del Gobierno que atendía exclusivamente los intereses del matrimonio. Es cierto que, según cuentan fuentes del Gobierno, en muchas ocasiones esos intereses eran los mismos que los del presidente del Ejecutivo, pues Teresa Ribera buscaba apuntarse tantos haciendo favores al líder del PSOE. Sin embargo, todo se ha precipitado desde que la energía empezó a subir.
Desde julio del año pasado todo este proceso de win-win en el que estaban inmersos tanto Moncloa como Ribera se ha precipitado por la evidente falta de ideas de la ministra de Transición Ecológica para sacar adelante iniciativas que rebajen, aunque sea un poco, el coste de la energía. Le quitaron Twitter y ahora quieren romper el lobby que forma con su marido. E incluso el Partido Popular lo sabe y ha pedido la dimisión de Bacigalupo.