Alfonso Rueda, «el gris», deprime a los populares gallegos y peligra su futuro en la Xunta

Alfonso Rueda podría tener los días contados en el Gobierno gallego. El actual presidente de la Xunta de Galicia llegó al cargo gracias a su cercanía con Alberto Núñez Feijoo, el exlíder de la comunidad. La crisis interna entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado fue todo un terremoto entre las filas populares entre ceses, nombramiento y traslados. Y todo esta guerra algunas personas que salieron ganando a pesar de no estar en primera línea de batalla. Entre ellos Alfonso Rueda. Después de que Alberto Núñez Feijoo se trasladara a la capital español para asumir el trono de Génova como presidente del Partido Popular, dejó un hueco libre en Galicia. Y la cercanía de Alfonso Rueda con Alberto Núñez Feijoo hicieron que fuera posible su ascenso político, un movimiento que entra dentro lo normal dado que era su vicepresidente. Sin embargo, los ciudadanos no le ven como líder, debido a su perfil gris que no deja de deprimir a los gallegos y que podría costarle el cargo como dirigente de la Xunta en las próximas elecciones.

A Alfonso Rueda le llegó cargo como caído del cielo. Nadie le veía como presidente, por eso se ha mantenido siempre en un segundo plano, siendo la manos derecha de Alberto Núñez Feijoo desde el año 2012. Sin embargo, con las crisis interna del PP, su situación dio un giro de 180 grados. De la noche a la mañana había pasado de las sombras del parlamento de Galicia, de mantenerse en un segundo plano, siempre detrás del actual presidente popular, a la primera línea, a situarse justo delante de los focos, como el nuevo líder de la Xunta de Galicia. De buenas a primeras pasó a ser el líder de la región. Sin embargo, el año que viene está marcado por la agenda electoral en todos los niveles territoriales (nacional, autonómico y municipal) y muchos dudan de que Alfonso Rueda sea capaz de convencer a los ciudadanos de Galicia para que le voten y le brinden su apoyo.

Y es que, si hay algo que caracteriza a este política es un su perfil gris, apagado, sin demasiada vitalidad. Es decir, que no tiene esa garra y empuje que necesitan los gallegos. Tanto es así, que su personalidad incluso esta deprimiendo a los populares de esta región, quienes no soportan la poca sangre de este político. Esto podría ponerle en una situación comprometida ya no solo por si podrá ganar o no las elecciones, sino porque todavía tiene que convencer al núcleo duro de Alberto Núñez Feijoo para que le pongan como cabeza de listas en las elecciones autonómicas. Una tarea que podría resultarle complicada dado que no muchos confían en la valía de este político. Y todo ello por su poca carisma y su perfil gris, los cuales resultan poco o nada beneficiosos a la hora de convencer al electorado.

Hasta ahora su cercanía a Alberto Núñez Feijoo le han mantenido en el puesto, ya que se trata de una de las personas más cercana y de mayor confianza del líder de los populares. Sin embargo, en la práctica puede que esta relación no sea suficiente para mantenerse en el cargo. Galicia es una región bastión de los populares y no quieren que la mala elección de un candidato les haga perder este territorio. Y parece que todo apunta a que Alfonso Rueda no sería el candidato ideal para presentarse a las elecciones, dado que su carácter deprime a los populares gallegos. Por este motivo, podrían estar pensando en buscar un nuevo político para que represente a los populares en los próximos comicios autonómicos.

ALFONSO RUEDA CONSIGUIÓ LA PRESIDENCIA DE LA XUNTA PORQUE ERA EL ÚNICO CANDIDATO PARA SUSTITUIR A ALBERTO NÚÑEZ FEIJOO

Y es que, antes de que se produjera la crisis interna del PP, Pablo Casado había diseño distintos planes para los políticos gallegos. En primer lugar, si el expresidente popular conseguía llegar a La Moncloa le había prometido un ministerio a Feijoo. Además, también tenía el candidato ideal para liderar Galicia. Se trataba de Diego Calvo. Sin embargo, la caída del «casadismo» provocó también la caída de Diego Calvo y de todos sus sueños. Por este motivo, Alfonso Rueda pudo ascender en la Xunta de Galicia, es decir, que lo hizo por falta de candidatos. Pero ahora, con más tiempo para estudiar a los candidatos para acudir a las elecciones y sospesar los políticos que integrarán las listas, puede que Alfonso Rueda no salga muy bien parado.

La estrategia política del actual presidente gallego es todo lo que Alberto Núñez Feijoo, pero en carisma y vitalidad para gobernar una región es en lo que suspende. A ello hay que sumar que su perfil gris y apagado no gusta nada a los populares de Galicia. Y no solo eso, sino que hasta llega a deprimirles y, por este motivo, no sería un gran candidato para presentarse en las próximas elecciones, dado que no están seguros de que vaya a conseguir muchos apoyos y todo por su personalidad.