Ya casi termina el verano y comienza la carrera para preparar el terreno hacia las próximas elecciones municipales y autonómicas, pero no sin dejar de lado la carrera hacia las generales que definirán el mapa político de España para los próximos cuatro años, y en Podemos están que se tiran de los pelos porque no hay dentro de la organización un líder lo suficientemente fuerte que pueda sabotear los planes de Yolanda Díaz y su plataforma Sumar.
La devaluada tolda morada tiene una orden a lo interno: lanzar, en cada declaración, el mensaje de que Díaz es la mejor opción para convertirse en su candidata, a pesar de que todo el mundo sabe que la actual vicepresidenta no tiene la más mínima intención de medirse con la camiseta de Podemos.
Sin embargo, la líder absoluta de Sumar ha sido muy clara en cada una de sus alocuciones relacionadas con esta nueva plataforma política de la izquierda, que pese a haber anunciado que no llega a tiempo para las elecciones municipales y autonómicas, todo parece indicar que la actual ministra de Trabajo busca coronarse en las generales con su organización.
Los podemitas están más que claros y saben que el dúo dinámico de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, no tienen suficiente liderazgo para aspirar a más de lo que han logrado hasta ahora, por lo que ni en chiste se plantean la alternativa de impulsar a alguna de estas dos para medirse como líder del partido en las elecciones generales. Ellas también lo saben y han tratado de eludir el tema en público, pero que al final, Yolanda Díaz las mantiene desencajadas, sin tener cómo resolver la crisis de liderazgo que tienen dentro del partido morado.
Semana tras semana, los diferentes voceros de Podemos que aparecen en las declaraciones a los noticieros los dejan muy claro: Creemos que Yolanda Díaz sería una buena candidata, pero la ministra pasa de Podemos y sabe que tiene el control absoluto en este momento. ¿Por qué? porque al final, la tolda morada se vendió como un proyecto político de izquierda que de entrada resultó muy llamativo y novedoso y que tras cada contienda electoral se va deshinchando sin liderazgo, sin propuestas y sin arrastre.
Desde Podemos señalan que para Díaz, su organización política es un titular aparte, y aunque ya todos saben que no tendrá las listas para las municipales y las autonómicas, el mensaje que les ha hecho llegar la funcionaria sobre el enfoque principal de Sumar, es que ella está trabajando en buscar las mejores fichas de la izquierda para las generales. El partido sabe que allí solo estarán aquellos que asuman un divorcio absoluto de Podemos, los que no han agachado la cabeza ante los caprichos de Montero y Belarra, y que reconozcan como líder suprema a Díaz, nadie más.
El nerviosismo de Podemos va más allá de lo que pueda generar Yolanda Díaz. Dentro de las filas del partido mucho comentan sobre lo que podría pasar con Belarra y Montero una vez que pasen de moda y se extingan, de la misma manera que se está extinguiendo Ciudadanos, pues saben que, cuando mucho, les quedará una legislatura más para «explotar» su potencial político y que ambas saben que una vez que salgan de la política, estarán quemadas y les tocará trabajar, como el español de a pie, pues se les habrán acabado las prebendas políticas.
Dada esta situación, tanto Montero como Belarra han optado por obviar cualquier aspecto que tenga que ver con Sumar. No lo mencionan, no lo comentan frente a nadie y tratan de vender la idea entre sus seguidores, de que Podemos está más fortalecido que nunca, cuando la realidad es que no tienen un plan B para asumir lo que se les vienen encima, justo ahora en septiembre, cuando ya comenzarán los movimientos internos de quienes tienen aspiraciones para coronarse en los municipios y en las Comunidades Autónomas, pero que necesitan de la «bendición» del dúo dinámico.
Díaz seguirá pasando de ellas. Dicen que ya les ha hecho llegar el mensaje bien claro de que por Sumar no se acerquen porque no tienen espacio para ellas, ni para nada que huela a ellas y a sus ideologías extremistas y chapuceras radicales que lo que han hecho durante los últimos años esta alejar al electorado y hacer que merme la simpatía de los españoles por los movimientos de izquierda.
Todavía faltan nueve meses para los comicios municipales y autonómicos, por lo que dentro de Podemos esperan que ya para cuando esté más cerca esta fecha, Díaz les dé cobijo dentro de Sumar, por lo menos a los mandos más bajos del partido que no logren colar en las listas que se prepararán durante las próximas semanas. A fin de cuentas, la tolda morada aún respira, desde el punto de vista económico y ese pulmón será el que les dé el último aliento ante el negro panorama que se están esperando para las propias elecciones.