Pilar Teso quiere llegar a algo de la mano del Gobierno. Parece que la presidencia del Tribunal Supremo se ha convertido en un objetivo inalcanzable para la magistrada, pero hay otras metas que sí que podrían satisfacer las necesidades de promoción de Teso. El Gobierno le prometió a la jueza que ascendería de la mano del PSOE, pero el bloqueo que el Partido Popular ha mantenido a lo largo de toda la legislatura ha roto en pedazos las pretensiones de la magistrada. Aún así, y a diferencia de Manuel Marchena, juez que rechazó de antemano los ascensos para los que sonaba con fuerza, Teso espera con cierta ilusión que Pedro Sánchez la compense por el tiempo perdido y por no haber conseguido colocarla en el puesto de Carlos Lesmes. Y ese premio de consolación no es otro que la presidencia del Tribunal Constitucional, otro cargo del que Marchena se ha alejado con elegancia.
Las expectativas de Teso no se han cumplido y están lejos de hacerse realidad si se atiende a la relación que mantienen el Partido Popular y el Partido Socialista. La renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no tendrá lugar, salvo sorpresa, hasta pasadas las elecciones generales. El PP se ha propuesto bloquearla hasta que el PSOE ceda a una renovación del sistema de elección de vocales y el equipo de Sánchez ya no sabe que hacer para que Alberto Núñez Feijoo pase por el aro. Esto deja fuera a Pilar Teso, la mujer elegida por el presidente del Ejecutivo para hacerse con el puesto de Lesmes. Teso llevaba meses relamiéndose con la idea de colocarse al frente de la máxima institución de la Justicia, pero el paso del tiempo y la incapacidad de los partidos para ponerse de acuerdo entre ellos ha aguado la fiesta de la jueza. Y por todo esto, ahora Teso espera que la compensen con el Constitucional.
Manuel Marchena ha sido una obsesión para muchos dirigentes políticos
Manuel Marchena ha sido una obsesión para muchos dirigentes políticos. Su profesionalidad se hizo famosa con el juicio a los líderes del procés. Y no es el primero de los jueces que se mantiene firme ante las presiones del Gobierno, especialmente con los indultos a los independentistas condenados. Aún así, Marchena nunca ha querido los focos. Ni tampoco ha querido ascender por decisiones políticas. Prueba de ello es que renunció a la presidencia del Supremo antes siquiera de que se hubiera puesto el tema encima de la mesa y ahora lo ha vuelto a hacer retirándose de la carrera por la presidencia del Constitucional. Teso, sin embargo, está hecha de otra pasta y no tiene problemas en postularse para el cargo. Total, su no hay Supremo, puede haber otro puesto de reconocido prestigio a sabiendas de que tendrá el apoyo total del Gobierno.
Pilar Teso no está mal vista en la carrera judicial. De hecho, a muchos en el PSOE les sorprende que alguien con un carácter tan serio haya podido medrar dentro del partido hasta el punto de que tenga el apoyo de gran parte del Ejecutivo, empezando por el del ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños. El hecho de que Pilar Llop, ministra de Justicia, haya destrozado los puentes entre los socialistas y el CGPJ no ha sido impedimento para que Teso tenga el apoyo del Ejecutivo en bloque y para que cuenten con ella para llevar el Tribunal Constitucional. No es el estilo de Marchena, pero no deja de tener su mérito el hecho de que una jueza como Pilar Teso se haya convertido en la opción favorita de Pedro Sánchez y de todo su equipo de Gobierno.
Hay más jueces que suenan con fuerza para llevar el Tribunal Constitucional, no solo Pilar. Marchena era el primero; Y también lo ha sido a la hora de retirarse de la pugna por ser el favorito del PSOE. Antonio del Moral o Ignacio Sánchez han seguido los pasos de Manuel Marchena y también se han retirado de la carrera. Pero ha llamado la atención que Pilar Teso se haya mantenido firme, algo que lanza dos mensajes: el primero, que sigue gozando de la confianza total de Moncloa; y el segundo y más importante que no hay ninguna esperanza en el seno del CGPJ de que la renovación se vaya a llevar a cabo. Una gran noticia para los vocales que llevan bajo un régimen extraordinario casi tres años más de prórroga.
El que Teso se mantenga firme en su candidatura a hacerse con la presidencia del Tribunal Supremo es el síntoma definitivo de que las posturas entre el PP y el PSOE no habrá acuerdo. La renovación del CGPJ tendrá que esperar al menos hasta 2024 dado que es necesario que cambie el panorama del Congreso para que se desenquisten las posturas. Pese a que la mayoría de los jueces apoya la postura del PP a la hora de proponer una forma diferente de elegir a los vocales, lo cierto es que también hay malestar con el hecho de que Feijoo haya adoptado la misma postura de Pablo Casado, algo que ven improductivo además de inconstitucional en su mayoría.
La decisión del Supremo es un «más vale pájaro en mano» para Teso que no dejará escapar. Solo el hecho de que la nombren y finalmente haya renovación podría dejar tocada a una magistrada que lleva meses a la espera de que le caiga algo. Desde luego, los jueces que la conocen tienen claro que no ha debido serle fácil ahondar en las buenas relaciones con Moncloa. Pero lo ha conseguido. Y de qué manera.