Casado apela al voto útil para ser la alternativa al PSOE

El líder del PP, Pablo Casado, se aferra a la remontada final para llegar al Palacio de la Moncloa en las elecciones generales de este domingo, tras una campaña marcada por la pugna con Ciudadanos (Cs) por liderar el espacio de centro-derecha y frenar el ascenso de Vox que recogen las encuestas.

Fuentes del partido creen que el papel jugado en los debates electorales y su insistente apelación al voto útil al PP como única fórmula para poder echar a Pedro Sánchez ha ayudado a convencer a muchos indecisos y esperan poder reeditar la ‘vía andaluza’ que les llevó a conquistar el Gobierno de la Junta.

Durante estos 15 días, Casado ha recorrido más de 15.000 kilómetros y ha visitado todas las comunidades autónomas, una intensa agenda de actos en los que ha apelado con insistencia a exvotantes que apostaron por Cs hace tres años y a los «avergonzados» y «desengañados» con Pedro Sánchez. También ha buscado cortar las fugas de voto a Vox presentando al PP como un proyecto «renovado», «sin complejos» y que garantiza la unidad de España.

«A esos simpatizantes de Vox y Cs les digo que, a lo mejor votando a Vox y Cs le están haciendo un favor a Pedro Sánchez, Podemos o los partidos nacionalistas», avisó Casado en la jornada de cierre de la campaña, donde dio un paso más porque por primera vez abrió la puerta a entrar en el Gobierno al partido que lidera Santiago Abascal.

Ese ofrecimiento a Vox, que sorprendió a muchos cargos del Partido Popular, se produce en un momento en que los propios trackings internos del PP recogen el ascenso del partido de Santiago Abascal en la recta final de campaña -este jueves en Valencia reunió a más de 5.000 personas-.

LOS FICHAJES DE Cs Y VOX

La recta final del partido ha estado marcada por la convulsión interna que ha provocado en las filas del PP el fichaje por Ciudadanos del expresidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido, al que Casado había situado como número cuatro en la lista de su partido a las europeas tras elegir a Isabel Díaz Ayuso a la Comunidad de Madrid. A eso se ha sumado el goteo de fugas a Vox, como los madrileños Iñigo Henríquez y Fernando Martínez Vidal, la murciana Lourdes Méndez o el valenciano Ignacio Gil Lázaro.

En Génova no han ocultado su malestar ante ese intento de Albert Rivera por golpear a Casado, algo que, según subrayan, se ha visto tanto en sus ataques directos en los debates electorales en RTVE y Atresmedia como en sus fichajes de miembros del PP. Sin embargo, en las filas ‘populares’ creen que esos movimientos en realidad «retratan» al presidente de Cs como un líder «poco fiable».

Pese a la hostilidad desatada por Rivera -al fichaje de Garrido se suma también el del expresidente balear José Ramón Bauzá– , fuentes próximas a Casado confían en que PP, Cs y Vox puedan sumar y reeditar la llamada ‘vía andaluza’ que permitió a Juanma Moreno ser investido presidente en Andalucía después de 36 años de Gobierno socialista.

EL PP PUEDE TOCAR SUELO

Los ‘populares’, que creen que la campaña les ha servido para convencer a una bolsa importante de indecisos, esperan llegar a los cien escaños en las elecciones generales de este domingo y al 23% de los votos, un porcentaje que estaría por debajo del suelo de Manuel Fraga, que logró en junio de 1986 el 25,9% y 105 escaños.

En el PP hay división de opiniones sobre la fuerza que puede lograr Vox. Algunas fuentes no descartan que pueda superar los 60 diputados y resumen este fenómeno así: «puede ser el Podemos de hace cuatro años»; otros miembros del PP, sin embargo, ponen su techo en torno a 40 escaños y dudan que pueda producirse ‘sorpasso’ de Vox a Ciudadanos.

En cualquier caso, el PP da por sentado que, aunque sufra un revés electoral este domingo, seguirá siendo la fuerza hegemónica del centro-derecha. De hecho, se aferra al voto oculto que, según argumenta, siempre ha tenido en sus filas y que en junio de 2016 llevó a Mariano Rajoy a lograr 137 escaños frente a los 85 del PSOE pese a que las encuestas hablaban de un cuádruple empate.

LA CAMPAÑA SE ABRIÓ CON LOS ‘ESCRACHES’

La campaña estuvo marcada la primera semana por los boicots y el acoso a los partidos constitucionalistas, como el escrache a Cayetana Álvarez de Toledo en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el acoso a Albert Rivera en la localidad guipúzcoana de Rentería o los altercados en Bilbao por un acto de Vox que terminó con varios detenidos. Casado cargó duramente contra Sánchez por la pasividad de su gobierno ante esos actos.

En todos sus actos, Casado ha alertado de que el PP es el que puede garantizar la unidad de España y que si Sánchez se mantiene en Moncloa «revalidará» su acuerdo con «independentistas, batasunos y comunistas», buscará indultar a los presos independentistas que están siendo juzgados por el 1-O y accederá a negociar un referéndum.

En alguno de sus mítines incluso ha elevado el tono acusando al jefe del Ejecutivo de estar «patrocinando la sedición» (en Valladolid), de «sentarse a negociar con los terroristas de Bildu» (en Málaga) y de «blanquear el terrorismo y el separatismo» por «un puñado de escaños», como le espetó en el debate de Atresmedia. En Murcia, el penúltimo día de campaña, fue más contundente y afirmó que Sánchez está «negociando la independencia».

En la recta final de campaña, en un acto en Barcelona con Álvarez de Toledo, anunció que si gobierna activará de inmediato la aplicación del artículo 155 de la Constitución alegando que si no cumple con la legalidad estaría «prevaricando». A su entender, Cataluña «no merece el abandono cómplice de la legalidad» como está haciendo Sánchez por un «puñado de escaños». El himno de España ha puesto broche final a casi todos sus mitines de campaña.

VE LA RECESIÓN ECONÓMICA «EN CAMINO»

Aparte de la unidad territorial, la experiencia de gestión del PP en materia económica ha sido su segundo pilar de campaña. De hecho, ha alertado de que Pedro Sánchez es un «Zapatero bis» que «oculta» los indicadores económicos que ya recogen las «luces rojas» que se ciernen sobre la economía española.

Casado ha puesto en valor la experiencia de gestión del PP, presumiendo de la creación de empleo que lograron tanto José María Aznar como Mariano Rajoy, y ha pedido el voto para el PP frente a la «inexperiencia» de sus rivales del centro-derecha en un momento en el que la recesión está «en camino». Además se ha presentado como el candidato de las «clases medias» y la «España que madruga» y ha enmarcado en ese contexto su «revolución fiscal» de bajada de impuestos.

A POR LOS VOTOS DE LA ESPAÑA VACÍA

Consciente de que alrededor de na veintena de provincias pequeñas, que reparten menos de seis escaños cada una, pueden decidir las elecciones, el líder del PP ha dedicado buena parte de la campaña a recorrer la ‘España vacía’. Con ese objetivo, se ha subido a un tractor en Matadeón de los Oteros (León), el pueblo de su padre; ha visitado una explotación ganadera en Menseses de los Campos (Valladolid) o ha acudido a una quesería en Torralba de Calatrava (Ciudad Real).

El Partido Popular ha compatibilizado esta campaña rural con las nuevas tecnologías y la potenciación de las redes sociales. Así, ha lanzando campañas como la de la agencia ‘Falcon Viajes’, a escasos metros de la sede socialista de Ferraz para denunciar el uso del avión oficial que realiza Pedro Sánchez.