Hasta la Base Aérea de Torrejón ha llegado una desagradable noticia. Se trata de la presencia de un peligrosísimo amianto en la instalación que lleva durante décadas en el destacamento militar. Este económico aislante fue usado en numerosas construcciones en España hasta que se descubrió que es perjudicial para la salud y puede provocar cáncer. Desde entonces, el Gobierno se puso manos a la obra para retirarlo. Sin embargo, aún existen lugares donde la presencia de amianto es abundante. Este es el caso de la Base Aérea de Torrejón donde el propio Ejército del Aire ha reconocido en una conversación con MONCLOA.com la presencia de este material nada beneficioso para la salud. Asimismo, fuentes oficiales consultadas por este medio aseguran que ya se han iniciado los trámites para la retirada de amianto con carácter de urgencia en la base. Será el próximo mes de octubre cuando comiencen los trabajos de retirada de amianto en la instalación militar aérea. Hasta entonces, la dirección del Ejército del Aire ha indicado que no se llevan a cabo trabajos en las áreas circundantes a la zona afectada y se ha dado la orden de no acometer trabajos de reparación o mantenimiento en las tuberías de calefacción al ser época estival.
se ha dado la orden de no acometer trabajos de reparación o mantenimiento en las tuberías
Según informan fuentes oficiales del Ejército del Aire, fue antes del verano cuando los expertos determinaron la posibilidad de que existiera amianto en la Base Aérea de Torrejón. Este aislante también esta presentes en sendas estaciones de metro de Madrid e incluso en centros escolares donde se ha identificado esta sustancia cancerígena. Al ver que la cantidad de amianto en la base aeroportuaria es abundante, el ministerio de Defensa ha decidido mover ficha y ya se han iniciado los trámites administrativos para su retirada con carácter de urgencia. «En junio de este año se procedió a la solicitud de crédito para atender el proyecto de retirada de esta sustancia. Teniendo en cuenta los plazos de contratación de la administración, se estima que los trabajos se inicien en octubre», informa el Ejército del Aire en una conversación con MONCLOA.com.
Y es que la presencia de amianto en las instalaciones del ministerio de Defensa ha sido denunciada por las distintas asociaciones profesionales que representan a los soldados. La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) asegura a este medio que ha enviado una batería de preguntas al ministerio para que detallen las instalaciones afectadas y piden que se realicen los controles médicos pertinentes. El propio Ejército del Aire se ha prestado a colaborar y aseguran tener una gran mentalización respecto a protección medioambiental y riegos laborales. Ejemplo de ello ha sido la iniciativa de verificar la existencia de amianto en diversos almacenes y en la protección térmica de las conducciones de agua sobrecalentada de calefacción.
Sin embargo, la presencia de amianto en la Base Aérea de Torrejón el latente. Es por ello que el servicio médico de la instalación ha realizado una revisión de los expedientes médicos individuales del personal destinado en la base en los últimos 15 años. En dicho informe, los médicos han determinado que, por el momento, no existe ninguna evidencia de enfermedades o patologías relacionadas con el amianto.
EL AMIANTO EN LA BASE
El amianto parecía estar solo en el metro pero, según ha podido comprobar MONCLOA.com, el amianto friable también está en instalaciones dependientes del ministerio de Defensa tal y como es la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Allí, yacen decenas de efectivos militares que cada día respiran el amianto más peligroso, un aislante que ha matado a trabajadores que desempeñaban su oficio exponiéndose ante este material. El último de ellos ha sido el almirante de Tropa Don Francisco Javier González-Huix Fernández cuyo fallecimiento ha sido declarado como acaecido en acto de servicio mientras las investigaciones apuntan a que estuvo durante años expuesto a amianto.
El amianto es un aislante que según el Instituto para la Seguridad y Salud en el Trabajo, “representa a un grupo de silicatos fibrosos de composición química variable que, por rotura o manipulación, pueden liberar las fibras que contienen”. De este modo, pequeñas fibras similares a granos de polen yacen suspendidas en el ambiente pudiendo ser respiradas por las personas que se encuentren en el lugar. Durante el siglo pasado, numerosas construcciones en España se llevaron a cabo con este material puesto que no se sabía que era perjudicial para la salud. Desde colegios, hasta estaciones de metro pasando por bases militares. El amianto era tan resistente y económico que en muchas obras decidieron utilizarlo. Desgraciadamente, con el paso de los años, se vio que el amianto no era el material ideal sino que era totalmente perjudicial para las personas que respiraban sus fibras en suspensión. Esto hizo que en diciembre de 2002 se prohibiera su utilización y se procedió a retirar el amianto de la gran cantidad de instalaciones en las que estaba presente. 20 años después, aún queda mucho amianto por retirar y la tardanza a la hora de realizar estas tareas ha provocado la muerte de trabajadores que día tras día han estado expuestos a este peligroso aislante.