En condicionales normales, nuestro ritmo circadiano está alineado con el reloj interno del organismo. Este se alinea con el tiempo en que se ve luz del día y activa el sueño cuando ve cómo la noche va llegando. Se vuelve loco cuando cambias de lugar y estos parámetros cambien. Ahí es cuando entra en juego el famoso jet lag. Un auténtico enemigo que, en muchas ocasiones, hace que no puedas disfrutar al 100% de tus vacaciones de verano. Si no tomas las medidas adecuadas para hacer largos viajes, puedes verte afectado por este fenómeno.
1Qué es el jet lag
Como ya te hemos adelantado, el jet lag se trata de un trastorno en el ritmo circadiano. Ocurre cuando tu cuerpo concibe que hay “algo raro”. O sea, cuando está programado para descansar cuando todavía hay luz y activado cuando es de noche. Si te vas a un sitio donde, por ejemplo, hay 5 horas más, puede que, cuando aún sean las 18:00 horas, estés hecho o hecha un vendo. Este desfase horario puede llevarte a que duermas por el día y te quedes despierto o despierta por la noche, algo poco preferible en vacaciones.