Diversas autoridades locales y autonómicas, así como algunos de los participantes de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022 (PEJ 2022) han recibido este sábado en la iglesia de Sto. Domingo de Bonaval al cardenal António Augusto dos Santos Marto, enviado del Papa Francisco para estas jornadas que se celebran en Santiago de Compostela con motivo del Año Xacobeo.
Alrededor de las 12,30 horas, el cardenal llegaba junto a un grupo de eclesiásticos al atrio de Bonaval, donde le han dado la bienvenida el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, entre otros.
Los dos políticos han hecho referencia a las críticas que han circulado en los últimos días sobre la presencia masiva de peregrinos en la capital gallega y cómo sus actitudes impactaban en las vida de la ciudad.
Alfonso Rueda les ha dado la bienvenida y les ha agradecido su presencia en Santiago, antes de asegurar que los participantes «hacen lo que tienen que hacer los jóvenes: inundar con su presencia y alegría los lugares en los que están«.
Para el líder del Gobierno autonómico la «energía» de las nuevas generaciones «es de agradecer»; unos jóvenes que son «grandes embajadores de los valores xacobeos» y que «desmienten la idea de que existe una juventud apática». «Tenemos futuro porque tenemos una juventud vital que quiere mejorar las cosas«, ha señalado.
«Galicia es un pueblo que os valora», ha asegurado Rueda, que se ha remitido a la emigración gallega para defender la acogida de aquellos que llegan de otros lugares. Ha asegurado además a este respecto que, aquellos que intenten «levantar muros entre visitantes y peregrinos, no lo van a conseguir«.
Rueda ha destacado también la importancia del Año Xacobeo, que ya ha recibido a 240.000 peregrinos, según ha apuntado. En esta línea se ha expresado también el alcalde de Compostela, que ha calificado este 2022 xacobeo de «extraordinario».
«BIENVENIDOS UNA Y OTRA VEZ»
El regidor ha achacado este éxito a «los tiempos inciertos» que vive la sociedad hoy en día, sobre todo «tras la época complicada con la pandemia». A esto ha sumado los conflictos internacionales, con menciones a Palestina, Ucrania y a la tensión entre China y Taiwan.
«Es normal y comprensible que las personas busquen espacios de certeza, seguridad y confianza. En Santiago los pueden encontrar. Bienvenidos sean todos y ojalá todos encuentren lo que buscan«, ha comentado.
Al igual que el presidente de la Xunta, Bugallo también ha abordado en su discurso las críticas a la llegada de peregrinos, aunque de una forma más rotunda. «Han venido y han cambiado la vida de la ciudad. No podíamos esperar otra cosa, son jóvenes. Ocupan parques, plazas y otros espacios, que compartimos con gozo», ha asegurado.
El regidor defiende que la Peregrinación Europea «ha traído alegría». «Es posible que algunos se quejen, pero muchos más los echaremos de menos», ha concluido Bugallo, recalcando su mensaje con un «bienvenidos hoy y siempre».
DIMENSIÓN «EXCEPCIONAL» DE LA PEREGRINACIÓN
El último en intervenir en el acto de Bonaval ha sido el cardenal António Augusto dos Santos Marto, que ha reconocido haber peregrinado en varias ocasiones a Santiago aunque, tal y como ha destacado, esta cobra una dimensión «excepcional», tanto por ser enviado del papa, como por el contexto histórico actual.
Este, ha apuntado, viene marcado por dos escenarios «relevantes y desafiantes». Por una parte, el eclesiástico, con una Iglesia «llamada a una reforma evangélica y al descubrimiento de nuevos caminos, métodos y lenguajes para el anuncio del Evangelio a un mundo nuevo en ebullición«.
Y por otra, el escenario mundial actual, «que vive el drama de la postpandemia y la guerra a las puertas de Europa con impredecibles consecuencias globales, especialmente para los más pobres, a nivel político, económico, social y ecológico».
«El mundo no es ni será el mismo que antes de la pandemia y la guerra en Europa, una realidad que nos parecería imposible e intolerable. Pero el orgullo y la ambición del hombre no cesa de sorprendernos, aunque la voluntad de algunos ponga en peligro el presente y el futuro de toda la humanidad», ha aseverado.
Ante esto, el cardenal ha instado a los jóvenes a que envíen «una señal clara»: «Somos el presente y el futuro de la Iglesia y del mundo, queremos la paz, deseamos la paz y haremos todo lo posible para trabajar por ella».
Además del de la juventud, el enviado papal ha reivindicado el papel de Santiago de Compostela en el viejo continente, una ciudad que «a lo largo de los siglos se ha convertido en un centro de atracción y convergencia para Europa».
«A ella acuden, por tantos caminos, innumerables masas de peregrinos de diferentes pueblos que aquí se encuentran, movidos por la devoción al Apóstol y por la espiritualidad del camino; un fenómeno maravilloso que contribuyó a la unidad de Europa«, ha apuntado.
Por último, ha citado a todos los participantes el año que viene en Lisboa, donde durante la primera semana de agosto se celebrará la Jornada Mundial de la Juvendud (JMJ 2023).
ACTO EN LA CATEDRAL
Tras concluir el acto, autoridades y peregrinos, algunos de ellos portando la cruz de los jóvenes, han salido en procesión hasta la Catedral de Santiago, recorriendo «simbólicamente» parte de la última etapa del Camino y acompañados por la agrupación folclórica Colexiata do Sar.
Ya en el interior de la Catedral, los presentes han bajado a la tumba del Apóstol para saludar al Santo, mientras que la Cruz de los jóvenes se ha colocado en el presbiterio, antes de dar comienzo el acto litúrgico en el que se ha utilizado el botafumeiro.