El comisario José Manuel Villarejo reveló a sus amigos un almuerzo que hubo entre los principales policías que investigaron el caso Gürtel, el entonces juez Garzón y el propio Villarejo para «preparar la Gürtel», un día antes de que el juez admitiera la causa, de acuerdo al relato que hace el expolicía en el audio del restaurante Rianxo al que tuvo acceso MONCLOA.COM.
Según este relato, los participantes en esta reunión preparatoria de Gürtel antes de que fuera admitido a trámite el caso fueron Juan Antonio González, entonces comisario general de Información; José Luis Olivera, entonces jefe de la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales); el entonces magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, y el comisario José Manuel Villarejo.
Juan Antonio González (conocido como ‘JAG’) y José Luis Olivera (‘Oli’) pasan por ser los dos policías que desvelaron la trama de corrupción ligada al PP que después se conoce como Gürtel. Villarejo, agente encubierto, tuvo un papel destacado en aquella investigación. La transcripción del relato de Villarejo, que escuchan sin interrumpir los comensales que quedan en la mesa –ya habían abandonado el Rianxo tanto Garzón como Dolores Delgado–, es la siguiente:
–Villarejo: Tú, como has ido a tu aire, pero a ti te entiendo. Preparando lo de la Günten (sic) en 2008, en agosto estuvimos comiendo Juan Antonio, el ‘Oli’ y yo, estuvimos los tres, estuvimos comiendo…
–Gabriel Fuentes: (ininteligible)
–Villarejo: No, no, en el 2008, comimos ‘Balta’, Juan Antonio, el ‘Oli’ y yo, preparando lo de la Gürtel, en agosto, o sea, justo cuando al día siguiente admitía él el tema y tal y cual. Y estábamos haciendo así y tal y tal y entonces me dijo Juan Antonio, “muy importante que tú le cuentes todo el tema de (ininteligible) al juez, porque es muy importante, porque ahora mismo es un hombre muy importante para este país, no sé qué y cual”. Y le digo, macho a mí no me cuentes nada, que yo siempre me ha caído de puta madre, qué quieres y tal. Y le conté… bueno, las cosas que ¿te acuerdas? Que yo además… yo las cosas obviamente a mi todas las cosas (ininteligible, aparentemente dice micro) y eso te lo había contado, ‘Balta’ te lo había contado, te había dicho lo del papeo, esto es así y tal. Y, entonces, en un aparte y no sé qué me dijo, ‘Balta’ me dijo, “yo de ti, no se por qué, pero me fío, coño, porque eres un profesional, cojones, tú curras y tal, cual, no tienes ná, te pasa como al Gordo, no tenéis sentimientos”. ¡Coño, no me joda! No, no, hombre, no es así, tal. Y dice, “nooo, no, además da gusto trabajar contigo, coño, porque tal, porque tú eres un tío y tal y cual”, dice “pero no me fío de Juan Antonio”. Me lo dijo, ¿eh? Me dijo, y ¿por qué? “Porque, me dijo, me dice mucho Alfredo, Alfredo me dice, fíate de él y tal y cual, y me dice “porque tu amigo Alfredo…”. Yo no conozco a Alfredo, y dice “¿serás hijo de puta? ¡Esto no te lo perdono!”. Y “¡Yo no le conozco! Y él “así me gusta, así me gusta, que lo niegues…”.
Esta conversación tiene lugar casi al final del largo almuerzo que mantienen Villarejo, la hoy ministra Dolores Delgado, el entonces magistrado Baltasar Garzón, junto a tres mandos policiales, Miguel Ángel Fernández-Chico (entonces DAO, jefe de la Policía y hoy fallecido), Gabriel Fuentes (adjunto al DAO) y Enrique García Castaño, «el Gordo» (lugarteniente de Villarejo y entonces también adjunto al DAO). A esas alturas de la conversación tanto Garzón como Delgado habían abandonado el restaurante para acudir a compromisos familiares y profesionales.
GÜRTEL Y JUAN COTINO
La primera vez que se menciona el caso Gürtel en el audio es cuando los comisarios José Manuel Villarejo y Gabriel Fuentes van al baño tras los postres. “Ahh, la vida, qué dura es”, le confiesa el primero. La causa la había iniciado precisamente Baltasar Garzón en febrero de 2009, es decir medio año antes de la comida en el restaurante Rianxo.
Dentro de los urinarios, Villarejo le cuenta a Fuentes que mantiene un “contacto” en Valencia que está al tanto de la entonces presunta trama, aunque prefiere esperar “a que se relaje un poco el tema” para volver a hablar con él.
En ese momento, Fuentes le hace un relato a Villarejo de cómo funcionaba la red que pusieron en marcha Francisco Correa y Álvaro Pérez ‘el Bigotes’, sobre todo en actos como la visita del Papa Benedicto XVI o los mítines electorales en la plaza de toros de Valencia, que requerían “un presupuesto de la hostia” y que abonaban en su gran mayoría grandes empresas –la única que se cita es a Iberduero-, librando de ese gasto económico al PP. “No parece que haya mucho más”, comentan los dos comisarios a solas.
A continuación, Villarejo y Fuentes hablan de Juan Cotino, a la sazón antiguo director de la Policía entre 1996 y 2002 y que en aquel momento ocupaba la Vicepresidencia tercera en el Gobierno valenciano de Francisco Camps. Ambos alaban de él su falta de ostentación económica –“el dinero se la suda la polla», dice Fuentes-, el hecho de que por la calle le paren “los mendigos, los locos, los pobres de solemnidad” y que no le haya dado “ni un euro en negocios a su hijo”, aunque Cotino no tiene hijos y quizás se están refiriendo a uno de sus sobrinos.
“Cotino, está en política no por dinero ni por el prestigio, sino porque está convencido de que puede ayudar a la gente”, opina Fuentes. “Cuando tienes convicciones religiosas coherentes, a mi me tranquiliza mucho”, añade Villarejo.
Eso sí, ambos mandos policiales coinciden en que el entonces vicepresidente tercero de la Generalitat valenciana puede tener problemas con el hecho de que es “maricón” y tenga “sus rollos” con personas de su misma condición sexual. “Ese es el único matiz problemático”, subraya Villarejo.
Antes de volver a sentarse en la mesa con el resto de comensales, Villarejo y Fuentes analizan el modus operandi de ‘El Bigotes’ con sus regalos. “El 90% de los trajes los tiene El Bigotes”.