El consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, ha afirmado este lunes que le consta que «la falta de medios» de protección individual (EPIs) ha sido la principal causa de contagio en los centros de discapacidad de la región, tanto de las personas residentes como de los propios profesionales.
En una comisión sobre Discapacidad celebrada esta tarde en la Asamblea de Madrid, Reyero ha agradecido su labor de los profesionales, en concreto de la Dirección General de Discapacidad. «Me consta que han cumplido con su vocación de servicio durante estos dos meses, sin descanso. Muchas veces con impotencia por no poder dar respuesta a las residencias: material de protección que no llegaba o la falta de médicos y enfermeros ante la que no podíamos responder», ha lamentado.
El consejero ha comenzado su intervención lamentando el fallecimiento de las personas con discapacidad y enfermedad mental que han muerto en residencias y dar su «más sentido pésame» a todas sus familias. Ha destacado el trabajo de entidades de discapacidad que gestionan estas residencias, con especial énfasis el de sus profesionales.
«Sé de primera mano que se han dejado la piel en esta crisis sanitaria, aprendiendo a convivir con este virus de una manera a veces insostenible: sin medios de protección individual, sin personal sanitario cuando han tenido a personas enfermas, y a veces sin espacios apropiados. Sé que para sectorizar las residencias han tenido que hacer uso de espacios que han tenido que habilitar, como teatros o salas que estaban destinadas para centro ocupacional o de día», ha reconocido.
El titular regional de Políticas Sociales ha recordado que se llevó a cabo el cierre de atención no residencial, «manteniendo la financiación de estos servicios y a los profesionales activos para que pudieran reorganizar al personal y hacer frente a las bajas». Así han podido compaginar la atención en residencias con la atención telefónica y por videoconferencia a aquellas personas con discapacidad que estaban en sus casas con sus familias.
«Estamos convencidos de que sin esta medida y la implicación de los profesionales, el resultado de la pandemia en estas residencias hubiera sido devastador. No quiero decir con esto que las personas con discapacidad fallecidas hayan sido pocas, pero sí quiero destacar que gracias a una tarea incansable han sido muchos menos de los que podían haber sido», ha manifestado.
CONFINAMIENTO «MUY DIFÍCIL»
Reyero admite que el confinamiento para muchas de estas personas, sobre todo para aquellas con mayores necesidades de apoyo, ha sido «muy difícil», ya que hay personas cuya estabilidad se basa en las rutinas diarias.
«Todo eso ha sido una tarea imposible en esta pandemia. Muchos me han trasladado como el confinamiento ha provocado alteraciones de conducta en algunas personas, retroceso en su autonomía y en su bienestar físico. Esto es a todas luces es indeseable, pero a esto nos ha llevado esta crisis sanitaria», reconoce.
En la misma línea, ha incidido en las familias, que han visto como esas rutinas diarias de sus hijos (la atención*temprana, o el centro de día, el centro ocupacional) donde sus hijos recibían apoyos «se cortaron de la noche a la mañana».
«Han tenido que hacer frente a una situación muy complicada, solos, sólo con la ayuda telefónica de profesionales. Sé que han vivido, y siguen viviendo, momentos de estrés, de angustia y de no poder más en algunas circunstancias… Sólo puedo darles los ánimos que*muchas veces ellos transmiten a la sociedad, siendo un ejemplo de adaptación*y resiliencia del que poder aprender en estos dos meses», ha dicho el consejero.
El consejero también ha destacado «la dificultad de aislar a las personas con discapacidad en sus residencias, sobre todo a aquellas personas con mayores necesidades de apoyo, que requieren de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida, como comer, asearse o desplazarse».
MEDIDAS TOMADAS
Desde el inicio de la crisis, en la primera semana de marzo, aunque no había aun incidencia, se comenzó a tener un contacto regular con las entidades y los centros para conocer su situación. Desde el 9 de marzo y sobre todo a partir del día 13, se intensificó este contacto y comunicación con las entidades gestoras y responsables de los centros de las dos Redes de Atención Social, en especial con los centros residenciales.
Reyero también ha citado la resolución de 11 de marzo de la Dirección General de Salud Pública que suspende el ejercicio de actividades en los centros ocupacionales y en los centros de atención temprana. Y la Orden 367/2010, de 13 de marzo, de la Consejería de Sanidad, por la que se suspende el ejercicio de actividades en los centros de atención diurna a personas con discapacidad y con enfermedad mental.
Desde ese momento han organizado la prestación de la atención y el apoyo individual a los usuarios y en su caso a sus familias, mediante teletrabajo, llamadas telefónicas, video llamadas, espacios virtuales de atención en grupo mediante canales de Youtube, reuniones grupales telemáticas (teams, zoom), etc., complementados con las visitas domiciliarias a aquellos usuarios con mayor necesidad o vulnerabilidad.
Según ha explicado, en la Red de atención social a personas con enfermedad mental se creó el 14 de marzo un grupo de whatsapp con los responsables técnicos de las 10 entidades gestoras de los centros residenciales de la red y entidades gestoras de los centros de atención diurna y de otros recursos como el servicio de apoyo a la reinserción de personas con enfermedad mental sin hogar. «Desde entonces se mantuvo una coordinación y comunicación diaria, con llamadas telefónicas a los responsables de las entidades gestoras», ha dicho.
En cuanto a la Red de Atención Social a Personas con Discapacidad, desde mediados del mes de marzo se iniciaron actuaciones de coordinación y apoyo a la Red a través de llamadas telefónicas y otros medios telemáticos a centros y entidades.
Según ha explicado el compareciente, dada la extensión y amplitud de esta red se reforzó el equipo de seguimiento el 23 de marzo con 35 profesionales de los Centros Base de valoración de la discapacidad, que desde entonces están en contacto diario de lunes a domingo, con todos los centros residenciales.
El sistema de comunicación ha sido con un sistema de llamadas diarias y personalizadas a 200 centros residenciales, para la recogida de información: datos sobre el estado de salud de los usuarios y profesionales de los centros (positivos, en aislamiento hospitalizaciones y fallecidos de forma anónima); plantilla y necesidades de personal sanitario y no sanitario; necesidades de EPIs; necesidades de desinfección; etc.
Los técnicos han tenido asignados siempre los mismos centros con el objeto de garantizar un mayor conocimiento y mejor seguimiento de la situación de cada uno de ellos. Y a través del sistema de recogida de información se realiza mediante la recepción de un fichero Excel que cumplimentan los centros, y remiten diariamente a los técnicos de referencia.
Reyero ha precisado que toda esta información se ha remitido diariamente a la Secretaría General Técnica de la Consejería y ésta a la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria de la Consejería de Sanidad, para su conocimiento y efectos oportunos en aplicación de la Orden 1/2020, de 27 de marzo, conjunta de la Consejería de Sanidad y la Consejería de Políticas Sociales, en desarrollo de la Orden SND/275/2020.
A través de la Directora General de Discapacidad se han canalizado todas las dudas y consultas planteadas por entidades y centros federados a través de Cermi Madrid, ha apuntado Alberto Reyero.