jueves, 12 diciembre 2024

Emiliano García-Page se rebela contra Ferraz y no está contento con el ahorro energético

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó las últimas medidas para el ahorro energético y se dio a la fuga para disfrutar de sus vacaciones, pero no contaba con que dentro de su rebaño iba a tener ovejas rebeldes. Tal es el caso de Emiliano García-Page, el presidente de la Comunidad Castilla – La Mancha, quien no está de acuerdo con la imposición del Ejecutivo de regular la temperatura máxima y mínima que deben procurar los comercios, ni los horarios en los que deben estar iluminados los edificios públicos.

El plan de ahorro energético del Ejecutivo fue elaborado para cumplir con la reducción del 7% en el consumo de gas, acordado con Bruselas, y contempla que las luces de los escaparates de los comercios, como los edificios públicos que estén vacíos deberán apagarse a las 22 horas; que los comercios tendrás que poner el aire acondicionado a una temperatura mínima de 27 grados y la calefacción a un máximo de 19 grados, y que además tendrán que mantener las puertas cerradas para conservar las temperaturas en su interior.

García-Page no está de acuerdo y aunque no ha dicho ni una sola palabra en público, todo su entrono ya sabe muy bien que no está pensando en plegarse, a ciegas, a lo que ha ordenado el ejecutivo, pues aseguran que el funcionario solo está pensando en buscar medidas que impulsen el desarrollo económico de la región castellanomanchega, por lo que implementar estas medidas van en contra lo que que está impulsando dentro de su Gobierno local.

Ya desde hace rato es bien sabido que García-Page no puede ni ver a Sánchez y en Ferraz ya llevan tiempo dándole vueltas a la idea de deshacerse de él lo más pronto posible, por lo que esta nueva posición del presidente de Castilla – La Mancha lo pone en una posición de desventaja dentro de las filas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), porque es, sin duda, alguna, de los barones más incómodos.

Fuente cercanas a García-Page señalan que tampoco está dispuesto a acatar, al pie de la letra, las órdenes del Ejecutivo, en relación con las medidas que buscan generar un mayor ahorro energético y que en paralelo buscará unas medidas alternativas que le permita a su Comunidad continuar funcionando con normalidad, sin que se vean demasiado afectados los comercios y la gestión pública como tal.

Para el mandatario regional la salida al paso de Isabel Díaz Ayuso, como la primera mandataria local que dijo abiertamente que no se plegará a las imposiciones de Pedro Sánchez en cuanto a las medidas de ahorro energético, le abonaron el camino para, muy discretamente, siga la misma línea y ajuste las medidas a lo que él considera oportuno y viable para su Comunidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid salió al paso y dijo que «Madrid no se apaga», retando al Ejecutivo y llevando la contraria a lo que piensan dentro de su propio partido, pues luego de sus declaraciones, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo ya había propuesto algunas medidas similares a las que ahora impulsa el Gobierno, unos días antes de que el Gobierno hiciera los anuncios.

La mala relación que tienen Pedro Sánchez y García-Page se calienta más con esta situación, pues dentro del PSOE no ven la hora en que el presidente de Gobierno termine de darle la estocada final, sobre todo de cara a unas eventuales elecciones en esa comunidad, pues señalan que los números que manejan por Ferraz dejan al actual mandatario muy mal parado y estiman que podría perder la mayoría absoluta, por lo que no les resulta eficaz su figura dentro del juego político actual, y menos con las condiciones tan adversas que atraviesa el PSOE en este momento.

Es una lucha titánica entre Sánchez y García Page por mantenerse a flote dentro del partido, pues aunque la mayoría respalda al presidente de Gobierno, el mandatario regional también ha procurado mantener su cuota de poder como barón del PSOE y tiene a varios aliados importantes que le respaldarían.

El ejecutivo ha dado una semana de palazo para que los comercios y las instituciones del Estado comiencen a plegarse progresivamente a los nuevos lineamientos de las medidas de ahorro energético, pero el sector comercial y de la hostelería también ha alzado la voz en contra de las decisiones adoptadas desde el Gobierno, pues como muchos han adelantado, no se pueden tomar las medidas de la misma manera en las grandes ciudades como en los pueblos y tampoco es aplicable a las zonas del norte y las del sur, por las diferencias en los márgenes de temperatura que usualmente hay entre unas regiones y otras. La polémica seguirá por un rato más, pues todavía falta ver cuáles serán las medidas que el Ejecutivo anunciará en septiembre y cuál será la posición que adopte cada comunidad en relación con los alumbrados navideños de este año.