No es de los nombres del chavismo que más ha sonado, porque como funcionario de inteligencia, supo siempre estar al margen de cualquier situación y manejarse bajo perfil, pero sus muy buenas conexiones con el régimen le han valido para salir en los carteles del Departamento de Estados Unidos, desde donde dicen que hay una recompensa de 10 millones de dólares para quien logre aportar información sobre su paradero.
Lo señalan de presuntamente tener relaciones con el Cartel de los Soles y su nombre es Pedro Luis Martín Olivares, un chavista que a pesar de no poder salir de su país, ha invertido en el sector inmobiliario español, sin que las autoridades hayan levantado las alarmas.
Olivares está en Venezuela, operando desde las oficinas ubicadas en uno de las zonas más exclusivas de la capital venezolana. No vive del todo tranquilo, pero cuenta con la protección del régimen de Nicolás Maduro para continuar operando.
De acuerdo con una investigación hecha por el medio venezolano Armando Info, el ex funcionario del régimen chavista ocupó en 2002 el cargo de director de Inteligencia Financiera de la policía política venezolana, la Disip, que posteriormente fue rebautizada como el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN).
El equipo de investigación que participó en la elaboración del reportaje rastreó la fortuna de Martín Olivares hasta Barcelona, donde supuestamente sus familiares han adquirido apartamentos de lujo en la capital catalana, valorados por más de 2.5 millones de euros. Los inmuebles estarían a nombre de una empresa registrada como Urdanbest SL, que de acuerdo con los registros españoles, fue una compañía fundada en agosto de 2013, donde aparece como administradora solidaria su esposa Alexandra Basteiro Aleixandri y de apoderado aparece su hijo Pedro Luis Martín Basteiro.
El capital social de esta empresa para el momento de su fundación era de 2.6 millones de euros y para ese entonces también aparecía como administrador solidario Orlando Alejandro Urdaneta Basteiro, hijastro del ex funcionario chavista. La sede de la empresa estaría ubicada en el número 8 de la Calle Villanueva, una de las zonas más exclusivas de la capital madrileña.
Según el comisario Iván Simonovis, las operaciones de Martín Olivares se remontan a su época dentro de las filas del chavismo, donde supuestamente se dedicaba a extorsionar a empresarios y funcionarios del propio chavismo, debido a que tenía conocimiento de las operaciones financieras irregulares de muchas personas, y se valía de estos datos para extorsionarlos, hasta que cayó en desgracia durante la gestión del ex ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, quien actualmente está preso en la cárcel militar de Ramo Verde por conspirar contra Nicolás Maduro.
Los dos apartamentos de Barcelona estarían supuestamente ubicados en la Gran Vía de la capital catalana, en una estructura que fue edificada en la década de 1950 y también existe un tercer inmueble, con un precio más moderado, de 200 mil euros, supuestamente ubicado en un barrio más de clase trabajadora, de acuerdo con la investigación hecha por Armando Info.
En España, los movimientos de Martín Olivares han pasado prácticamente desapercibidos y de hecho, se supo que esta persona hasta habría adquirido la nacionalidad española. Mientras, en Venezuela hizo una movida estratégica, entregándose a las autoridades venezolanas, después que se emitiera una alerta roja de Interpol para que fuese capturado, pero sus movimientos estuvieron fríamente calculados, pues en el artículo 69 de la Constitución del país suramericano se prohíbe expresamente la extradición de venezolanos, por que tanto él como sus abogados sabían que no había manera de que lo entregaran a las autoridades norteamericanas.
El reportaje de investigación señala que este personaje del chavismo más bajo perfil solía viajar con mucha frecuencia fuera de Venezuela, pero que no fue sino hasta 2015 que sus itinerarios de viaje internacionales se frenaron y que se presume que fue precisamente para evitar ser capturado en el exterior.
El comisario Simonovis aseguró que Martín Olivares se ha dedicado a hacer negocios y que se trata de un personaje bastante habilidoso, a diferencia de muchos otros chavistas que no cuentan con inteligencia suficiente para mantenerse entre dos aguas, manteniendo negocios exitosos en un país como Venezuela, donde las oportunidades son solo para quienes tienen conexiones dentro de la cúpula chavista.
«Tranquilo no vive y menos con la situación que se vive en Venezuela, donde cualquier es capaz de venderlo, porque no es nada despreciable la cantidad de dinero que están ofreciendo por él, entonces se mueve poco, es muy discreto y obviamente tiene protección del régimen. Este, al igual que muchos otros chavistas, no es que tengan propiedades a su nombre por todos lados, sino que utilizan a la familia, a testaferros, amigos, a cambio de jugosas comisiones, para poder mover el dinero», comentó a Moncloa.com el comisario Simonovis.
El ex preso político también señaló que en la actualidad Martín Olivares realiza muchas de sus operaciones en criptomonedas, que es el mecanismo más sencillo que han conseguido los chavistas para lavar dinero en el país suramericano.
«Lo que hacen es que convierten esa plata en criptomonedas, las transfieren a wallets y de ahí las convierten en dinero corriente a través de otras personas. Estas personas les cobran 20% o 30% de comisión, que podría pensarse que es mucho dinero, pero que al final eso para ellos es nada, porque mueven altas cantidades de dinero», expresó el comisario.