La colaboración entre Administraciones es fundamental para evitar duplicidades, así durante el último Consejo de Ministros se ha autorizado una transferencia de crédito por importe de 18 millones de euros, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación al Ministerio de Defensa, para financiar la modernización de los tres patrulleros de altura de la Armada española de la clase “Chilreu”.
Este tipo de patrulleros, conocidos internacionalmente como Offshore Patol Vessels (OPV), son en concreto el “Alborán”, el “Arnomendi” y el “Tarifa”, siendo su misión principal la de vigilancia pesquera, tanto en las aguas de la amplia Zona Económica Exclusiva (ZEE) española, como en lejanas zonas de actuación de los barcos factoría abanderados en España, como son las aguas atlánticas de Canadá.
En concreto en estas frías e inhóspitas aguas acaba de finalizar el pasado 22 de julio, tras 58 días en la mar, el referido “Arnomendi” una campaña de vigilancia e inspección enmarcada en la participación española, a través de la UE, en la denominada Organización de Pesquerías del Atlántico Noroccidental o Northwest Atlantic Fisheries Organization (NAFO), que regula la pesca en este escenario.
Volviendo al Consejo de Ministros del 26 de julio, se detalla que esta actuación se lleva a cabo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y supone el cumplimiento de la Componente 3, de la inversión 10. Previamente a esta transferencia solicitada por la Secretaría General de Pesca, el 4 de abril de 2022 se suscribió un acuerdo entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), del que depende la Secretaría, para la modernización de los tres citados OPV de la Armada española.
De esta forma, se acometerá la modernización de los tres patrulleros de altura, que se emplean intensamente desde su entrada en servicio a finales de los noventa del pasado siglo y principios de éste, por lo que a todas luces necesitan de inversiones para modernizar sus equipamientos, para seguir luchando contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Así el MAPA se obliga a sufragar los costes que generen dichas operaciones de modernización, dentro de sus límites presupuestarios, y a transferir para ello al Ministerio de Defensa 10 millones de euros en el actual ejercicio y otros 8 millones de euros a lo largo de 2023. Los tres buques citados fueron construidos en la localidad de Vigo (Pontevedra), en concreto en el astillero que la empresa Construcciones Navales Paulino Freire (Freire Shipyard) tiene en el barrio de Bouzas de dicha ciudad atlántica.
Previamente la Armada contó para estas tareas con el patrullero “Chilreu”, que dio nombre a la clase, que era un antiguo pesquero construido en 1988 en Gijón (Principado de Asturias) por la empresa Naval Gijón S.A. Este navío comercial, inicialmente llamado “Pescalonso”, fue adquirido por la entonces Secretaría General de Pesca Marítima (SEGEPESCA), que a su vez lo entregó a la Armada en 1993, tras ser transformado para su nuevo cometido, siendo finalmente dado de baja en 2012.
Tras el éxito de las operaciones con este primer OPV de inspección y vigilancia, se decidió encargar al citado astillero vigués los otros tres patrulleros, que completaban la clase, según los requerimientos de la Armada y SEGEPESCA, que los financió. Así, el “Alborán” se construyó entre 1995 y 1996, siendo entregado a la Armada el 8 de enero de 1997. Respecto al “Arnomendi” se pone a disposición de la Institución castrense el 13 de diciembre de 2000. Mientras que el último, el “Tarifa” se comenzó a construir en 2003, aunque dado que el año anterior se había producido el desastre ecológico del petrolero “Prestige”, se modificó el proyecto inicial para dotarle de un sistema para el recogido de vertidos, y se incorporó a la Armada el 22 de junio de 2004. En suma hablamos de tres OPV que, aunque son algo diferentes, están todos altamente adaptados para navegar en condiciones de mala mar, lo que los profesionales definen como “muy marineros”.
Los tres patrulleros están asignados a la denominada Fuerza de Acción Marítima (FAM), que tiene cuartel general en la ciudad de Cartagena (Murcia), en cuyo Arsenal tienen puerto base el “Alborán” y el “Tarifa”, mientras que el “Arnomendi” tiene su punto de atraque en La Graña, instalación de la Armada muy cercana al Arsenal de Ferrol (La Coruña).
Estamos ante OPV que desplazan cerca de 2.000 toneladas y tienen una eslora de entre los 68,3 metros del “Tarifa” a los 66 del “Alborán”, pasando por los 66,5 del “Arnomendi”, contando los tres con cubierta de vuelo, desde la que pueden operar helicópteros, aunque no tienen hangar. Respecto a su dotación, la forman 37/38 personas; además cuentan con habitabilidad extra para los inspectores de la Secretaría que embarcan para apoyar en las labores de control e inspección durante dichas las campañas de vigilancia de pesca. Dado su cometido, solo cuentan para su autodefensa con ametralladoras, que se montan en los soportes de los buques, tanto las pesadas Browning de 12,70 mm como las medias MG3 de 7,62 mm, además de las armas individuales de la dotación.