Con la llegada, en masa, de los venezolanos a España, a partir de 2002, tras el arribo al poder del difunto dictador Hugo Chávez, comenzaron a surgir organizaciones civiles, no gubernamentales, para brindar apoyo a los que iban llegando tras cada ola migratoria que ha surgido a lo largo de estas dos últimas décadas y hasta ahora hay un total de 109 que se encargan de ofrecer ayudas y asesorías a quienes continúan llegando al país, huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro.
Esta información fue recogida en un estudio que hizo la embajada de Venezuela en España, liderada Antonio Ecarri, embajador del gobierno interino de Juan Guaidó, donde se condensa la situación de la diáspora venezolana, en relación con su situación legal, económica y social; sus principales inquietudes y problemas que enfrentan en medio del proceso migratorio.
De estas 109 organizaciones, 30 funcionan en la Comunidad de Madrid, 19 en Canarias, 16 en Galicia y 15 en la región de Andalucía. A través de estas organizaciones se distribuyó el cuestionario que sirvió para indagar sobre las condiciones de los venezolanos que han sido acogidos por España.
El principal propósito de esta investigación, hecha por la Embajada de Venezuela, era establecer cuáles son las principales necesidades de la comunidad venezolana en el Reino de España, debido a la falta de información oficial que hay sobre los más de 440 mil ciudadanos del país suramericano que están en todo el territorio nacional, especialmente en las ciudades de Madrid, Barcelona, Málaga y Tenerife, donde está la mayor cantidad de venezolanos residenciados en España.
Estas organizaciones se dedican a brindar asesoría sobre trámites legales, ayudas económicas, alimentos, ropa, asesoría en relación con oportunidades de estudio y de integración a la sociedad, dotación de medicamentos e insumos médicos y están distribuidas en 15 de las 17 comunidades autónomas de todo el país.
La encuesta realizada se enfocó en temas como el empleo, la vivienda, el estatus legal y jurídico, la educación, la salud; así como en los impactos diferenciados en las mujeres venezolanas migrantes y de la pandemia ocasionada por el COVID-19, pero además se brindó la opción de que pudiesen hacer recomendaciones y sugerencias sobre las acciones necesarias para tratar de mejorar las condiciones de vida de estas personas en España.
El estudio determinó que 90% de los venezolanos que han llegado a Europa están residenciados en el país y que 40% de ese total son españoles retornados, mientras que el otro 60% se trata de venezolanos con dos nacionalidades (española o de cualquier país de la Unión Europea) o aquellos que son solo venezolanos.
Estas organizaciones consultadas por la embajada de Venezuela señalaron que el principal problema de la comunidad venezolana, que no cuenta con otra nacionalidad, es el viacrucis que supone la obtención de un estatus migratorio definitivo, a pesar de la creación de la residencia por razones humanitarias que se implementó a partir de 2019 y que surgió como una opción al incremento en el número de solicitudes de protección internacional que hubo después de 2017 y que ha beneficiado a cientos de miles de venezolanos y en segundo lugar está el tema del acceso al mercado laboral.
Esta situación además compromete las posibilidades de estas personas para arrendar viviendas, abrir cuentas bancarias, así como la salud pública y el acceso a los beneficios sociales.
Las organizaciones demás señalaron que uno de los mayores problemas que manifiesta la diáspora es la posibilidad de homologar sus títulos profesionales, lo cual les impide ejercer sus carreras profesionales y limita sus oportunidades laborales, pues en la actualidad, un trámite que según la legislación española no debería exceder los seis meses, puede tardar hasta cuatro años.
«La diáspora venezolana en España cuenta con más de 5.000 médicos, más de 7.000
ingenieros y arquitectos y alrededor de 400 médicos veterinarios especializados, no obstante, menos del 30% de estos profesionales ha tenido acceso a empleos cualificados dentro de sus áreas de especialización; siendo aún más complicado para los mayores de 50 años, que constituye uno de los perfiles que ha ido en incremento en la migración venezolana de los últimos años», señala el reporte de la Embajada.
Los consultados de las organizaciones indicaron que los venezolanos sienten que en muchas oportunidades tienen dificultad apara acceder a puestos de trabajo cualificados o que en cambio tienen acceso a empleos cuyas condiciones no siempre se apegan a lo que establecen las leyes españolas.
Las ONG’s encargadas de brindar orientación a los venezolanos advierten que el proceso de duelo migratorio se prolonga cuando estas personas no tienen acceso a oportunidades laborales para las que están cualificados, pues la premura de tener que ocuparse en cualquier oficio, para obtener recursos económicos que les permita vivir, y mantenerse alejados de sus profesiones, hace que anímicamente el proceso sea más complicado.
Estas organizaciones elaboraron una serie de recomendaciones que fueron entregadas a la Embajada de Venezuela y que aparecen contenidas en el informe, que señala se deben establecer mecanismos con las autoridades españolas para que haya una flexibilización o revisión de procedimientos administrativos que retrasan las oportunidades de incorporación al mercado laboral y las homologaciones de los títulos universitarios, así como celeridad en el proceso de la tramitación de la tarjeta roja en casos de asilo.