El problema con el elevado precio de la gasolina es un quebradero de cabeza para el Gobierno. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha sido incapaz de encontrar una solución para mejorar la situación que llevan tiempo aguantando los transportistas. Por este motivo, ha ido aprobando parches para evitar que este grupo de trabajadores se le echen encima y para conseguir frenar la segunda huelga con la que venían amenazando los transportistas. Así, la titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se ha comprometido a dar un nuevo paquete de ayudas para este sector. Se trata de una nueva medida para contentar a los trabajadores y tratar de controlarles. Y es que, el problema con la gasolina y el sector del transporte se ha convertido en toda una pesadilla para Raquel Sánchez quien ha sido incapaz de encontrar una solución. Así, la ministra de transportes se ha comprometido a dar un nuevo parche de ayudas al transporte y estos trabajadores recibirán 1.250 euros por camión y 500 euros por cada furgoneta.
A Raquel Sánchez le ha desbordado la situación en la que está sumido el sector del transporte desde el primer momento. Con un precio de la gasolina por las nubes, este colectivo tiene serias dificultades para no trabajar a pérdidas y desde hace tiempo vienen reclamando a la ministra que tome medidas para aliviar su situación. Sin embargo, ella ha sido incapaz de hacer frente a la crisis de transportistas y le pasó el «marrón» a dos altos cargos de ministerio. Se trata de María José Rallo del Olmo, secretaria general de Transportes y Movilidad, y Jaime Moreno García-Cano, director general de Transporte Terrestre. La titular de Transportes ha sido incapaz de encontrar una solución pero estos altos cargos tampoco han sabido encontrarla. Lo único que se le ha ocurrido para aliviar un poco la situación ha sido ir aprobando ayudas para los transportistas. Es decir, parches con los que paliar la situación en el corto plazo hasta encontrar una solución definitiva.
RAQUEL SÁNCHEZ ES INCAPAZ DE ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA
Ahora, la patronal de Transportes se ha reunido tanto con María José Rallo del Olmo como con Jaime Moreno García-Cano con el fin de abordar las necesidades de las empresas del sector. Al final, tras horas debatiendo, únicamente consiguieron llegar a una solución, aprobar un paquete de ayudas similar al que concedieron durante el mes de marzo. Así, los altos cargos del Ministerio de Transportes han acordado poner en marcha un nuevo paquete de ayudas directas para las empresas de transporte de mercancías en función del tipo de vehículo. De esta forma, se ha fijado una cuantía de 1250 euros para cada camión y 500 euros para las furgonetas. Se trata de unas cantidades similares a las que aprobaron durante el mes de marzo y que permitieron frenar la huelga.
Ahora, ante la incapacidad de encontrar una solución definitiva para controlar el precio de la gasolina han decidido volver a repetir la misma jugada y aprobar un nuevo paquete de ayudas que permitan aliviar la situación en el corto plazo. Y es que, el desorbitado precio de la gasolina es un problema que afecta no solo a la titular de Transportes, sino a todo el Gobierno. Desde hace aproximadamente un año, el coste de los combustibles se han convertido en todo un quebradero de cabeza para el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez. Han probado con distintas medidas y ninguna ha sido efectiva. Y es que, tras aprobar la ayuda de los 20 céntimos por litro, los carburantes subieron de media exactamente lo mismo que la medida e, incluso, un poquito más. Así, las gasolineras se han ido «comiendo» las ayudas que ha aprobado el Gobierno y se frotan las manos cada vez que Pedro Sánchez anuncia una nueva ayuda a la gasolina.
MONCLOA RECORTA EL PAPEL DE RAQUEL SÁNCHEZ PARA CONTROLAR A LOS TRANSPORTISTAS
En Moncloa están muy orgullosos con la labor de Yolanda Díaz. Especialmente en algunas cuestiones clave como es el control de los sindicatos. El Ministerio de Trabajo ha disparado las subvenciones para los sindicatos como UGT y CCOO y ha conseguido dormir las protestas sociales. Esta labor, que se ha saldado con 17 millones de euros, ha sido uno de los motivos que ha engrasado la relación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta del Ejecutivo Yolanda Díaz. El problema es que hay un fleco suelto que preocupa el Gobierno y que ni Yolanda Díaz ni la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, han sido capaces de controlar: los transportistas. El alto precio del carburante amenaza con una inminente huelga de estos profesionales para este mes o principios de julio y el Gobierno se siente “desprotegido”.
Estos flecos sueltos preocupan, y mucho, a Moncloa porque han hecho un gran trabajo de la mano del Ministerio de Trabajo y Economía Social a la hora de controlar a los agentes sociales. El problema es que quien tenía el encargo de hacer frente al problema de los transportistas no ha sido capaz de cumplir con los plazos. Raquel Sánchez prometió a los profesionales que habría una solución estructural antes del 30 de junio, pero todo parece indicar que la ministra de Transportes no ha hecho su trabajo. Con esta situación a punto de desbordarse, el Ejecutivo ha confiado en la estrategia de Yolanda Díaz para aplicarla con los transportistas.