El Gobierno que dirige Pedro Sánchez está trabajando en una nueva medida para seguir recaudando más dinero para las arcas públicas del Estado. Se trata de un impuesto dirigido a las empresas energéticas y los bancos con el que pretenden recaudar un total de 3.500 millones de euros, de los cuales 2.000 procederán de las energéticas y 1.500 de los bancos. El presidente del Gobierno pretende destinar el dinero que recauden con este impuesto a paliar la situación provocada por la inflación. Así, pretenden invertir este dinero en un paquete ayudas principalmente de cara al otoño cuando, según ha asegurado Nadia Calviño, la situación emporará todavía más como consecuencia de la invasión de Ucrania.